La dilación del Tribunal Supremo en decidir si los altos mandos militares -implicados en el golpe de abril- deben ser juzgados por rebelión, ha puesto en entredicho la independencia de la máxima instancia judicial venezolana.
La oposición ha acusado al jefe del Estado, Hugo Chávez, de "intervenir y amenazar" al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), durante su dominical programa "Aló Presidente", en el que éste aseguró que "hay magistrados manejados por gente que tienen mucho dinero".
"Magistrados, reflexionen, sobre todo los que se están dejando manipular", señaló Chávez, quien, sin embargo, también se mostró confiado en que en la decisión del TSJ predominará "la justicia y la madurez".
Aunque el gobernante negó que su denuncia fuese una "presión" al Tribunal Supremo, y abogó porque "al mismo lo dejen decir lo que tenga que decidir", reiteró que en Venezuela "evidentemente hubo un golpe de Estado" el pasado 11 de abril.
Esta semana se espera un pronunciamiento definitivo del Tribunal Supremo sobre el caso, después de haberlo postergado, al rechazar las dos ponencias anteriores favorables al enjuiciamiento.
En las últimas dos semanas, los seguidores de Chávez han protestado por el retraso del fallo judicial en el centro de Caracas, escenario de violentos sucesos, con decenas de heridos, entre ellos, al menos siete de bala.
El presidente venezolano llamó el pasado domingo a sus seguidores "a tener calma y paciencia, y a que no caigan en la provocación y desesperación", independientemente de la resolución que adopte el TSJ.
Desde esa fecha, medios locales de prensa y representantes políticos, de diferente signo, dan por hecho que el fallo del Supremo se opondrá al enjuiciamiento de los altos mandos de la Fuerza Armada Nacional (FAN). |