CULTURA Nacido para el folclor

Rubén Martínez Sánchez
Crítica en Línea
Pime siempre se muestra sonriente, reservado; con un grado de sencillez, amabilidad y humildad casi extremos. A donde vaya siempre le acompaña su acordeón y por lo general si se le pide que ejecute una pieza musical, no se la niega a nadie. Prácticamente ha recorrido toda la geografía panameña y muchos países del mundo, donde ha llevado la música folclórica. Vergara, quien desde hace años labora en la Lotería Nacional de Beneficencia, en el Departamento Cultural, es el acordeonista del Conjunto de Proyecciones Folclóricas de la institución. Paralelamente ofrece sus servicios para las presentaciones de grupos como Aires Folclóricos de Panamá y otros que han tenido presentaciones internacionales. Epimenides Vergara Cedeño es natural del pueblo de Las Palmas de Las tablas, provincia de Los santos. El menor de cuatro hijos del matrimonio conformado por don Alejandro Vergara Escudero y Doña Emelva Cedeño Cedeño. Desde muy temprana edad inició en la música, interpretando la caja, churuca, tambor, pujador, clarín y la trompeta. El profesor Miguel Consuegra le enseñó los elementos primordiales en la ejecución de este instrumento de viento, llegando a formar parte de la Murga Candela, emblemática organización musical de los carnavales tableños. Con la citada murga se inició en 1978, representando a Panamá en la Carifiesta de la Habana Cuba con ese grupo en 1979. Participó en 1982 en España como músico y bailarín, con el Ballet Folclórico del INAC, dirigido por el profesor Héctor Hooper. En 1986 Eric Cedeño, quien tocaba para el conjunto de la Lotería, le aconsejó que aprendiera a tocar acordeón y Pime "ni lento ni perezoso" puso manos a la obra, o mejor dicho dedos a las teclas. Cuando Cedeño viajó a España a cursar estudios, siguió las instrucciones de Marcelino Avilés, Celso Morales, Aceves Núñez y Fray Rivera, a quien considera su maestro. Aprender a ejecutar este instrumento no fue tarea nada fácil. Pime nos contó que se las ingenió para aprenderse unas piezas musicales folclóricas de unos cassettes que les facilitó Alexis Villaverde, director del Conjunto de la Lotería. Desde entonces se ha guiado con este método. Escucha los temas grabados y así aprende a ejecutarlos. Poco a poco ha ido perfeccionando el dominio del acordeón. Hasta el momento lleva 14 años en este oficio, el cual comenta le ha brindado muchas satisfacciones, pues le ha permitido conocer a muchas personas y tener la oportunidad de defender nuestras expresiones culturales. Pime expresa su agradecimiento a todas las administraciones de la Lotería Nacional, pues nunca le han puesto objeciones ni negado permisos cuando ha tenido que viajar al exterior o a cualquier lugar del país a representar a Panamá, entre ellos Canadá, México, estados Unidos, Bélgica, Colombia, Costa Rica y más. Pime nació para el folclore, no se le puede definir de otra forma, pues desde temprana edad siempre se ha dedicado a nuestra música autóctona. A pesar de llevar varios años ejecutando el acordeón, para él no es atractiva la idea en lo mínimo de formar un conjunto típico popular como es el deseo de la mayoría de los jóvenes que se ocupan de este alegre instrumento musical. Según el acordeonista, casi siempre los muchachos se aprenden dos o tres piezas y ya les entra el deseo de formar un grupo para dedicarse a la música comercial. Reitera que prefiere seguir siempre que pueda con la música folclórica. "Quiero mantenerme en lo folclórico. Mi meta es seguir proyectando a las nuevas generaciones la música folclórica guardando lo más celosamente posible sus raíces para que no se pierda", comenta. "Por favor Pime tóqueme una pieza, pero de esas viejas, añejas y buenas/. A ve, déjeme ve..., vamo a ve muchachoj..., ¡éjta!...", le indica a los músicos que le acompañan mientras registra las notas de la pieza en el diapasón. Y se manda uno de eso temas inolvidables, melodiosos que llenan el espíritu de alegría y un apego pleno por lo nuestro. Por lo general, casi siempre nos complace con Margarita Vargas.
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