Los líderes de las dos Coreas celebrarán a finales de este mes una cumbre histórica en Pyongyang, la segunda en más de medio siglo, con el fin de asentar la paz en la península en pleno proceso de desnuclearización del régimen norcoreano.
Seúl y Pyongyang anunciaron de forma simultánea esa cumbre, la primera a nivel de mandatarios desde junio de 2000 entre dos países que, técnicamente, siguen en guerra desde que en 1953 firmaron un armisticio y se concretó la división de la península.
"De acuerdo con el consenso logrado entre el presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, y el líder norcoreano, Kim Jong-il, el presidente Roh visitará Pyongyang del 28 al 30 de agosto", dijo en rueda de prensa el consejero presidencial surcoreano en política exterior y de seguridad, Baek Jong-chun.
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Corea del Norte destacó por su parte que espera que ese encuentro permita "desarrollar las relaciones intercoreanas a un nivel superior y abrir una fase de paz, prosperidad y unificación".
Aunque están por determinar los detalles de la agenda, se espera que ambos mandatarios aborden el programa nuclear norcoreano y el asentamiento de paz en la península, técnicamente en situación de guerra.
Corea del Sur, hoy un país capitalista con cada vez mayor presencia económica en el ámbito internacional, y Corea del Norte, un cerrado régimen estalinista, firmaron en 1953 un armisticio al concluir la guerra que les enfrentó durante tres años, pero nunca han rubricado un tratado de paz.
El anuncio de esta cumbre presidencial es una nueva muestra de la mejora de relaciones con la comunidad internacional del enigmático régimen de Pyongyang, después de que en julio anunciase el cierre de su reactor nuclear de Yongbyon.
Esta será la segunda gran cumbre intercoreana desde la que celebraron en junio de 2000 el entonces presidente surcoreano, Kim Dae-jung, y el líder norcoreano, Kim Jong-il, que abrió el proceso de reconciliación entre los dos países tras más de medio siglo de conflicto.