El FC Barcelona, que inició ayer la tercera y última fase de su gira asiática, llegó a Hong Kong bajo un sol de justicia y con la intención de aportar su granito de arena a la expansión de este deporte en la ex colonia británica.
"Esperamos tener una buena sesión de entrenamiento y contribuir con nuestro juego al desarrollo del fútbol en Hong Kong", dijo el técnico holandés Frank Rijkaard.
El Barcelona disputará mañana un encuentro amistoso contra el combinado hongkonés Mission Hills Invitation XI que reúne a jugadores de los equipos locales Kitchee y Happy Valley.