Luego que se divulgó la noticia del suceso a través de los medios de comunicación, uno a uno fueron llegando los familiares de Kaiser Bazán al lugar de la tragedia. El aguacero había cesado.
Los hijos acompañados de una mujer, media hora después de la tragedia arribaron al lugar y sin importar los riesgos que representaba la selva ingresaron desesperadamente hasta donde estaba el cuerpo inerte de la víctima.
El dolor era evidente. Las lágrimas y las palabras de lamentación por el suceso, no paraban.
De una forma muy conmovedora el trío se abrazó y entre todos sollozaron de tal forma que transmitían el dolor que representa perder a un ser querido.
No se hicieron esperar allegados políticos y amigos de los diferentes campos en que se desarrolló Bazán.