A pesar de que en la última cita con su médico les han dicho que sus pulmones tienen puntos negros por la nicotina inhalada por años, que sus dientes se están pudriendo por el mismo efecto y que su aliento es más insoportable, muchos panameños y panameñas andan con el cigarrillo en la mano. Prefieren morirse poco a poco.
Este tipo de panameños realmente necesitan ayuda de todos los que le rodean. Ellos deben evitar a toda costa contacto permanente con otras personas adictas a este vicio para salirse de a poquito.
Si usted tiene a un familiar o un compañero de trabajo que siempre le ve fumar recuérdele la siguiente estadística fatal: En Panamá, según datos de la Contraloría General de la Nación, el consumo aparente de cigarrillos per cápita ha descendido de 2.5 en 1980 a 1.5 en 1987. Esta cifra pudiera haber aumentado. A pesar de esto, 28% de la población masculina y el 10% de las mujeres mayores de 15 años en Panamá fuman, según la primera encuesta sobre el consumo de tabaco realizada por ANCEC en 1983. En 10 años puede ser peor. En los estudiantes de educación media entre 12 y 18 años fuma el 7%.
En EEUU, más de 350, 000 muertes ocurren anualmente que pueden ser directamente atribuibles al consumo de cigarrillos; el tabaco mata 3 veces más personas que el alcohol y 50 veces más personas que todas las otras drogas de abuso juntas.
Fumar es nocivo para su salud. Esto es lo que dicen ahora las cajetillas de cigarrillo, pero en realidad debe decir: "El cigarrillo te mata. Si fumas, ve comprando tu ataúd".
Estimado lector, si en realidad usted desea eliminar este vicio haga caso a los consejos de sus compañeros, amigos o familiares. Ellos quieren seguir disfrutando de su presencia por muchos años más. No permita que el vicio más tonto del mundo lo mate como lo ha hecho con otros.