El defensa uruguayo Diego Lugano y el delantero colombiano Wason Rentería dan un acento extranjero a la final de la Copa Libertadores de 2006, que Brasil ha monopolizado con el Sao Paulo, campeón vigente, y el Internacional, un viejo candidato al título.
A los 26 años, Lugano se ha convertido en el símbolo de la garra, que los brasileños suelen destacar en los futbolistas argentinos, uruguayos y paraguayos.
Rentería, de 21 años, ha establecido una rara química con la afición.