FAMILIA
Cuando la naturaleza arrasa con todo

Redacción
Crítica en Línea
Con sus viviendas casi sepultadas por la arena se encuentran algunos residentes de la comunidad de Farallón de Antón, luego de que los fuertes oleajes nuevamente los atacaran. La situación para los faralloneros es preocupante ya que muchas residencias se encuentran ubicadas a orillas del mar, y cuando este decide tomar lo que le pertenece, no tiene contemplaciones. Unas 25 casas fueron afectadas el 30 de julio al registrarse una marea de 16 pies, sin embargo los afectados aseguran que la solución al problema no es que se desaloje el área de manera definitiva, sino más bien que el gobierno, construya muros que puedan resistir los oleajes. Las viviendas que fueron casi sepultadas por la arena no sólo pertenecen a personas de escasos recursos económicos, también se vieron perjudicadas residencias de personas adineradas que utilizan las mismas para vacacionar. Los faralloneros, dedicados casi exclusivamente a la pesca no conciben la idea de vivir en otras tierras, ya la cercanía al mar los provee del sustento diario a través de sus actividades pesqueras. Para los residentes a la orilla del mar en Farallón, es difícil vivir en lugares que no conozcan y en donde no exista la pesca como en Farallón, porque no saben hacer otra cosa. Han descartado la posibilidad de salir del sector y aún con sus viviendas casi sepultadas por la arena e inundadas, trabajan con palas para limpiar sus hogares y continuar sus vidas normalmente, pero sin descartar la posibilidad de que el mar nuevamente los ataque como sucede todos los años. Desde niños, jóvenes y adultos se dedican a sacar la arena de sus casas y ya casi están acostumbrados a vivir con la adversidad, pero también están conscientes de que desde Farallón pueden contar con el desarrollo de su trabajo, que es la pesca. La decisión es rotunda "no nos iremos de aquí" aseguran. Según ellos, existen otras soluciones para que este problema no los afecte todos los años, y es la construcción de muros de contención, pero que resistan los fuertes oleajes que se registran cada año y que en ocasiones son más fuertes que otros como el del pasado domingo, que casi inundó las viviendas y no sólo de agua sino también de arena. "Nuestras casas se han llenado de arena, nuestros colchones se han mojado, los electrodomésticos deteriorados por el agua, los útiles escolares de nuestros hijos mojado a causa del mar enfurecido, que atacó nuestras viviendas", manifestó Leonel Lorenzo, afectado por los fuertes oleajes. De igual forma al conversar en nuestro recorrido por las áreas afectadas con el señor Pedro Lorenzo, éste manifestó que el actual gobierno en tiempo de la política prometió ayuda a los faralloneros con la construcción de muros de contención para contrarrestar los fuertes oleajes, "pero se puede notar que no hay respuestas, nadie se interesa por el problema, porque no hay política en este momento y seguimos esperando a la presidenta con las viviendas llenas de arena. Para la familia Lorenzo, la situación es muy difícil, pues todos residen allí y no tienen a dónde ir, pero tampoco desean ir a otro lugar, porque si lo hacen de qué vivirían, si para ellos la fuente de ingreso económico es la pesca, de lo que han vivido toda su vida. Algunas viviendas que por ahora no se han visto afectadas por la gran cantidad de arena que dejan los fuertes oleajes, están construidas de madera con una pequeña plataforma que las mantiene a una altura proporcionada, pero señalan sus ocupantes que les preocupa que en cualquier momento el oleaje sea tan fuerte que destruya las casas. Pero a pesar de todas las vicisitudes que confrontan, se quedarán allí en Farallón a la orilla del mar en espera de que el gobierno construya los muros de contención, que en la campaña política se les prometió. Personal voluntario y funcionarios del Sistema Nacional de Protección Civil en Coclé se mantiene visitando el área desde que se iniciaran los fuertes oleajes, han evacuado a las personas afectadas y han recomendado a otras alejarse de estos territorios al presentarse estos fuertes oleajes. Según el director encargado de SINAPROC en Coclé, la situación es preocupante, ya que si los moradores no quieren desalojar cada vez que se presente un fuerte oleaje todos están en peligro. Por su parte, el alcalde del distrito de Antón, Luis Ríos dijo que el problema que confrontan actualmente los residentes de este sector, es de años, cuando se inició la erosión y desgaste de las costas.
|