Los petroglifos de Nancito en el distrito de Remedios siguen siendo la prueba más palpable de la existencia de las culturas aborígenes en el Oriente Chiricano.
El parque arqueológico de Nancito alberga la mayor cantidad de piedras marcadas de la cultura maya, donde hay diferentes diseños que coinciden con el calendario maya.
El Instituto Nacional de Cultura mantiene este lugar en óptimas condiciones para brindarles la oportunidad a los panameños de conocer parte de la historia de los pueblos que vivieron en Panamá.
No solo se trata de los petroglifos encontrados en Caldera, distrito de Boquete, y Sitios Barriles en Volcán, si no un parque lleno de rocas de origen volcánico que al parecer fueron parte, según los moradores, de la existencia de algún volcán que hizo erupción en lugares próximos a este territorio.
Los fuertes sismos que han sacudido la provincia provocaron el movimiento de algunas de estas enormes rocas y sus dibujos quedaron casi enterrados.
Saúl Morales, auxiliar del Museo Antropológico, explicó que una gran cantidad de turistas acuden a este lugar a observar las piedras talladas y hacen estudios, porque están ubicadas en un pequeño lugar.
Los antropólogos sostienen que se trata de la cultura maya y no se descarta que haya sido un altar ceremonial, porque en las rocas ubicadas en forma de triángulo se observan unos huecos como si fueran unos pocillos utilizados para depositar algún tipo de líquido.
De igual manera hay una roca en la que puede acostarse una persona y en el diseño se observa la ubicación hasta de las manos. Esta joya de la antigüedad es protegida por el INAC y las personas entran completamente gratis a observar esta cultura.
Este parque arqueológico fue creado por el Gobierno Nacional a través de la ley 19 de 10 de septiembre de 1984, cuando fue declarado como patrimonio histórico de Panamá.
Estas piedras marcadas se localizan a 3 kilómetros de la vía Interamericana en el corregimiento de Nancito, distrito de Remedios, y a una altura de 500 metros sobre el nivel del mar. Según las estimaciones antropológicas datan de 10 mil años de existencia.
A pesar de los años y las inclemencias del tiempo, las marcas siguen impregnadas en estas rocas volcánicas que parecieran una guía para esta cultura aborigen que llevan una tendencia bastante religiosa.
Los residentes del lugar solicitan que el INAC haga mayores inversiones en seguir buscando más piezas arqueológicas que existen en potreros y monolitos cerca de los ríos y que también deben exhibirse en un solo lugar para que la concurrencia de turistas nacionales y extranjeros puedan aumentar.