Los que hemos "pateado calles" ejerciendo el oficio de reporteros, a veces sufrimos tentaciones para caer en la corrupción y violar la ética periodística. Como el periodismo es una profesión que permite poner a la gente en la actualidad, dándole importancia social, hay gente que esta dispuesta a pagar para conseguir tal "privilegio".
Por eso desde primera año a los estudiantes de Periodismo se le insiste en la honestidad, en el cumplimiento de su trabajo con un profundo sentido ético.
Yo les cuento a los jóvenes algunos intentos de recibir prebendas, regalos, en fin, corrupción, que sufrí cuando comencé a ejercer el periodismo.
Lamentablemente, ahora cuando algunos alumnos sustentan sus practicas profesionales, a veces comentan de intentos de corromperlos.
Esto produce amargura. Comprendemos que cuarenta años después, todavía algunos panameños creen que corrompiendo al periodista, pueden lograr sus propósitos y manipulaciones.
Hay que decirlo, a veces algunos "periodistas" con poco escrúpulo, provocan la corrupción. Por ejemplo, aquel que le dijo a un Legislador que no tenía tiempo para entrevistarlo, por culpa de "un problema que debía resolver".
Claro que el Honorable preguntó cual. Era el pago de la cuenta de luz. Y "lógicamente", el dadivoso político dio la plata al corrupto periodista. "Ahora si tienes tiempo para entrevistarme" dijo con sonrisa sarcástica.
Luego comentó con sus colegas que "a ese periodista, dale tantos balboas dizque para que pague la luz y te hará una buena entrevista".
En otros casos la autoridad le decía al periodista que en su ministerio "había una vacante de Secretaria". Y se la ofrecía a una hermana, prima, novia del periodista.
Al comenzar mi vida periodística, una funcionaria que había tenido malos manejos en los Comedores Municipales, trató de "convencerme" que no había hecho nada malo.
Me ofreció una cena en su casa, para mostrarme "todos los documentos que la eximían de culpa" Confieso que me dio miedo y no caí en la tentación. (¡Y estaba "buena" la señora!).
Boletos de viajes y hasta fines de semana en la playa, a veces le ofrecían al periodista para corromperlo. Por eso hay que reforzar la ética en el periodismo panameño.
