En un pick up del penal El Renacer, ubicado en Gamboa, fue llevado a la sala de urgencias del Hospital Santo Tomás, un hombre misterioso.
Eran las 7: 10 de la noche del miércoles, cuando se dio el suceso. La sala de emergencias estaba abarrotada de periodistas que esperaban a los heridos del Centro de Cumplimiento de Menores donde había un amotinamiento.
El recién llegado tenía las manos envueltas con pedazo de sábana blanca, manchadas en sangre.
Se dijo superficialmente que el hombre tenía las manos cortadas.
¿Porqué? Nadie dijo nada ni tampoco revelaron el nombre del herido, quien tenía una batería de guardias y custodios cuidándolo.
INCOGNITA: DADO DE ALTA
Del hombre no se conoció ni siquiera el nombre. Los médicos y policías estaban herméticos. ¿Quién era? ¿Qué le pasó? ¿Porqué tanta seguridad?
Luego de unas horas en un cubículo sin otro paciente, el sujeto misterioso fue dado de alta a la media noche. Y de igual manera como llegó, salió: en el mismo pick up y con la misma batería de policías y custodios.