SEGUN LA CLASIFICACION POPULAR Cinco variedades de nances
Julio C. Caicedo
Crítica en Línea
Viejos cantares dicen que las flores huelen en la primavera y las mujeres cuando están nuevas. Melodías de caminos más viejas aún, aseguran que después de las flores y las mujeres, el olor más peculiar lo tienen los nances, por su aroma profundo, enloquecedor e impactante. Si Alexander Suskin autor de la novela Perfume, la más interesante y vendida en los últimos tiempos, se hubiese comido una pesada de nance antes de su impresionante narración, de seguro que el personaje principal Grenoille, se hubiese conformado con el almizcle de nuestra fruta y no hubiese aspirado el humor de las doncellas en los campos de Francia hasta matarlas. Los antiguos indios Terariques, que vivían en el Archipiélago de las Perlas, hacían sus fiestas precolombinas, atiborrándose de cambombias asadas en grandes fogones de tierra y estragándose con chicha de nance fermentada y aseguraban por sus efectos, que la fertilidad aumentaba con esta bebida tan exquisita. Según el manual dendrológico para 1,000 especies arbóreas de la República de Panamá, existen cinco clases de nance: el rojo, el blanco, el anaranjado, el verde y el nance grande. Y, es verdad, pues hemos gozado comiendo de todos ellos. Los campesinos les han dado los nombres de acuerdo a sus tamaños y colores. El nombre botánico del nance es Byrsonima Crassifolia. Este árbol es de nuestra América, crece medianamente y en forma pequeña en los suelos infértiles. Los palos de nance mudan sus hojas en los meses de diciembre y enero, volviéndose a copar de verde otra vez en marzo. Como el clima y suelos propicios para los palos de nance, se encuentran hasta mil quinientos metros sobre el nivel del mar y no es exigente este árbol para acomodarse en cualquier clase de suelo, incluso en los ácidos, sería prudente organizar una campaña para plantar árboles de nance en las cercas de los potreros, que son miles y miles de kilómetros, que beneficiarían no solamente a las aves, sino al hombre y a todo el entorno donde sean plantados. La flor del nance es bonita, es amarilla y frecuentada por las avispas sobretodo por la popularmente conocida como "corrependejo". Las flores, unas semanas después de salir a la luz, adquieren formas de racimos, tornándose rojas, tres días antes de aparecer las primeras pepitas de nances verdes. Las "frutitas" de nances cuando maduran son degustadas por algunos pájaros como los azulejos, la sangre de toro y los chorotecas; se tornan amarillas y miden de 8 a 12 milímetros de diámetro, el nance se aprieta y se deshace fácilmente su masa, dejando al descubierto una pepita dura y negra. El nance es bien conocido en el Istmo entero, pues sus frutos comienzan a cosecharse desde comienzos de mayo, hasta más allá de agosto de cada año. Cada árbol de nance puede dar hasta cincuenta libras de la fruta. Estas "frutitas", machacadas para preparar chichas, dulces, duros, pesadas, helados y paletas. La forma más común para distribuir el nance, son las botellas de cristal, las cuales son expuestas en los caminos, mercados y plazas de todo el país. Los árboles de nance tienen un rápido crecimiento y comienzan a dar frutos desde los años. Chame, Capira y Pacora, tiene fama de poseer los mejores nances de todo el país, según aseguran los pueblerinos, porque el ácido marcado por la tierra. Da pena cuando panaderías y pizzerías utilizan el árbol de nance para convertirlo en leña. Mucha gente comenta que la calidad de las sopas es reconocida de acuerdo con la leña que se usa para hervir el sancocho. Y la leña de nance para su desgracia y extinción, tiene mucha fama y prestigio.
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Da pena cuando panaderías y pizzerías utilizan el árbol de nance para convertirlo en leña. Mucha gente comenta que la calidad de las sopas es reconocida de acuerdo con la leña que se usa para hervir el sancocho. Y la leña de nance para su desgracia y extinción, tiene mucha fama y prestigio.
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