EDITORIAL
La verdad sobre el acuerdo con el FMI
Lamentable: de ninguna otra manera se puede calificar el modo como el Gobierno Nacional ha manejado el tema del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Es cierto que por vez primera autoridad alguna hace pública una carta de intención, pero no olvidemos que la información al respecto estaba al alcance de todos en Internet, y no por decisión del gobierno, sino por política del propio FMI. Entonces, era una franca tontería tratar de ocultarla al común de los panameños, cuando hasta el más iletrado de los esquimales la hubiera obtenido pulsando un botón en el Polo Norte. Aún así, alguno de los brillantes tomadores de decisiones en Palacio tuvo la brillante idea de lanzar un velo de secreto sobre la letra menuda en estos acuerdos, y se guardaron -entre otras cosas- el asunto del Seguro Social, que ahora debe iniciar una "reorganización administrativa", por mandato del FMI. Triste es que los panameños, y hasta el propio director del Seguro Social, Juan Jované, tengan que enterarse de los detalles de este acuerdo por los periódicos, y mucho más lamentable es que se haga por la impersonal pantalla de una computadora que comunica al mundo frío del Internet. ¿Por qué no hablaron con la verdad? ¿Por qué el doble discurso? ¿Por qué por un lado desenfundan la espada para supuestamente batirse a duelo con las IFI's, y por otro inician lo que aparenta ser un oscuro romance secreto con el FMI? Si se pretende guiar a todo un pueblo por el camino de la historia en un país como el nuestro, tan abatido y maltratado por malos políticos durante sus casi 97 años como República, no se necesitan ni doctorados universitarios ni tecnocracia de alto vuelo (eso se deja a los segundones de los ministerios y direcciones). Tan sólo hace falta una cosa sencilla y pura: honestidad. Sin eso, el carruaje de la democracia irá de tumbo en tumbo a un precipicio de cuyo fondo espúreo y fétido no hay salida. ¡Y con la confianza de una nación no se juega!
PUNTO CRITICO |
|
|