Mansilla no pudo explicar falta de puntería y lloró

Carlos Alberto Martínez
Crítica en Línea
El técnico del seleccionado nacional panameño, el uruguayo Miguel Angel Mansilla no pudo explicar el por qué la suerte le ha vuelto la espalda, ni el por qué los jugadores no respondieron a lo que deseaba jugarle, ni mucho menos el hecho de que se ha fallado la puntería al tratar de definir al marco contrario y lloró frente a los periodistas de los medios de comunicación locales y extranjeros tras la rueda de prensa al finalizar el partido en que Panamá y Canadá igualaron sin goles en el Estadio Rommel Fernández y válido de las eliminatorias del Mundial 2002. "Yo sólo quería un triunfo, quería quedar bien con el pueblo panameño", dijo un emocionado Mansilla antes de cortar e irse de la sala compungido por la tristeza de no haber logrado los tres puntos como local y que ahora obliga a la selección a jugarse la vida en los tres encuentros seguidos como visitante a partir de agosto. El entrenador panameño reconoció que el equipo no tuvo buena fortuna, que jugaron bien y que sentirán la ausencia por acumulación de tarjetas amarillas de Anthony Torres, y defendió los cambios que hizo en la segunda parte. Por su parte, el entrenador del cuadro canadiense, el germano Holger Osieck manifestó que su equipo tuvo que enfrentar un partido difícil pero que el punto del empate le incentiva para poder "seguir en la pelea". Señaló Osieck que sabía a qué clase de escenario y de partido se iba a jugar al haber analizado junto con los jugadores los últimos partidos de Panamá para plantear su estrategia que si bien había tratado de buscar el contragolpe, le sirvió para poder manejarlo y contener defensivamente a los canaleros. El técnico reconoció que el equipo panameño tiene mayor fuerza en el respaldo de su público y eso lo hace más difícil pero que al final del partido, todavía quedan otros cuatro y no hay que bajar los brazos porque hay que seguir luchando por obtener la clasificación a la hexagonal final.
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