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CUARTILLAS
Verdades (2)
 Milciades
A. Ortiz Jr.
Colaborador
Durante muchos años grupos pequeños de comunistas trataron de crear en el panameño un odio irracional hacia los norteamericanos, como si todos fueran "come niño", racistas, etc. El pueblo panameño es pacífico por naturaleza y no guarda rencor. A pesar de las injusticias sociales y legales existentes en la Zona del Canal, un movimiento de nacionalismo sano pudo ir presionando a la Nación más poderosa del mundo, para que modificara su conducta hacia nosotros. Por supuesto que en este trabajo de varias generaciones hubo de todo, "como en botica": desde los jóvenes idealistas que buscaban justicia, hasta aquellos que seguían consignas de Rusia, Cuba y China Roja. Hay que destacar el papel de una juventud universitaria y secundaria, que dio cuotas de sangre para que ahora nos den el Canal para su administración. Los panameños olvidamos rápidamente (por tener memoria de mosquito). No sería de extrañar que en los festejos pertinentes a la entrega del Canal, no se recuerden de manera suficiente, a las distintas generaciones que pusieron su "granito de arena" para acabar con las injusticias del sistema colonial implantado en la Zona del Canal. Sin embargo, he dicho muchas veces que el panameño es un pueblo que no odia al extranjero. Por algo está en nuestro escudo la leyenda de Pro Mundi Beneficio. Así como hemos acogido en nuestro seno a todas las razas y nacionalidades, también los norteamericanos luego de dejar el Canal pueden mantener su presencia en nuestro territorio, aunque con una perspectiva distinta a la de los dueños del Canal. Otros países más inteligentes que nosotros, están estimulando el ingreso de jubilados norteamericanos y europeos en su suelo, con leyes especiales. Costa Rica es un ejemplo de esta política, que deja buenos ingresos al país, lo que a no dudar mejorar su economía. Por poseer Panamá el dólar como moneda de libre circulación, tiene atractivo para aquellos norteamericanos que buscan un sitio donde pasar sus últimos años. Además, el nivel de vida panameño, bajó para los Estados Unidos, es un atractivo más para esos ciudadanos y los europeos. A esto hay que añadir nuestro clima, sus playas, y otros atractivos y ventajas, como el de contar con un aeropuerto que conecta en poco tiempo a todos los países del mundo. Hay que pensar con seriedad y creo que decir que "se vayan los gringos" no es estratégico, menos ahora que el mundo está globalizado y privatizado. He hablado con gente que trabaja con jefes extranjeros que no son norteamericanos, y no siempre se sienten a gusto. Siendo un país soberano y dueño de todo su territorio, hay que ver a los norteamericanos como cualquier otro extranjero. Muy bien puede invertir, vivir aquí, siempre y cuando cumpla nuestras leyes y nos respeten como nación y pueblo. Así como muchos panameños están casados con extranjeros de diferentes nacionalidades, hay nacionales en cantidad que han formado familias con norteamericanos. En su mayoría son mujeres que unieron su vida a un extranjero que amaron, por encima de su nacionalidad y los errores que haya podido cometer su gobierno hacia nuestra nación. Ellas son ejemplo de la convivencia pacífica entre los pueblos. Esto que aumenta su valor en estos momentos, en que caen las barreras que dividen los países, y el mundo deja de ser "ancho y ajeno", como sostenía un conocido escritor, hace muchos años. Que se vaya el "americano feo". Que se quede y vengan los que deseen compartir la sal y el dulce de nuestra tierra panameña, con este pueblo "alegre y confiado".
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