Una congregación católica que hace esfuerzos por rescatar a jóvenes de las pandillas, inauguró ayer una clínica para remover gratuitamente tatuajes permanentes, mediante un procedimiento que usa rayos infrarrojos, reportó la agencia AP.
En su apertura, la clínica recibió a unas 30 personas, en su mayoría varones, que recibieron información sobre el procedimiento, que toma al menos 33 días, dependiendo del tamaño y la cantidad de tatuajes.
El proceso implica al menos dos sesiones de exposición a los rayos infrarrojos. Pero hay casos en que la remoción tarda meses y hasta años.