México se encuentra amenazado en dos frentes: en el golfo de México por el huracán "Emily", que ya el lunes azotó la península de Yucatán dejando cuantiosos daños pero ningún muerto, y la tormenta tropical "Eugene", en el Pacífico.
"Emily", con vientos de 150 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 185, prosigue su rumbo hacia el norte del estado de Tamaulipas, a donde se espera que llegue hoy muy cerca de las costas de Texas (EE.UU.).
El ciclón, de categoría uno en la escala Saffir Simpson, de un máximo de cinco, se espera que se fortalezca y alcance en las próximas horas vientos de 165 kilómetros por hora y categoría dos, declaró a EFE el director de Atención de Emergencias de Protección Civil, Raúl Rivera.
Las autoridades ya han iniciado los preparativos para recibir al huracán, con la habilitación de albergues, evacuación de los municipios más expuestos y revisión de los sistemas de drenaje.
"Se han evacuado ya al menos 5.000 personas y se están intensificando las labores de evacuación en los municipios que puedan estar siendo más afectados", afirmó Rivera.
Debido a la intensificación del ciclón, el funcionario no descartó evacuaciones en el municipio de Matamoros, en la frontera con EE.UU., y en zonas al interior donde haya riesgo de inundaciones.
La tormenta tropical "Eugene", por su parte, mantiene alerta a los estados de Colima y Jalisco, en el Pacífico.