CONSULTORIO MEDICO La APNEA del sueño impide dormir normalmente

Dr. H.R. Hiller
Crítica en Línea
Estimado Dr. Hiller: Mi marido tiene la apnea del sueño, y aunque su máquina de PRC le ayuda, él se niega a usarla. La semana que viene empieza a trabajar en un nuevo empleo que requiere pasar muchas horas conduciendo. Casi siempre está cansado, y yo estoy muy preocupada por si tiene un ataque de sueño al volante. Estimado lector: Las personas que padecen la apnea del sueño obstructiva (ASO) quizá se vuelvan irritables, sufran de ataques de sueño al realizar sus actividades diarias y muestren menor concentración y mayor lentitud de reflejos. Estos efectos tal vez expliquen por qué es siete veces mayor la posibilidad de tener un accidente de tráfico en personas que padecen la apnea del sueño. Los accidentes automovilísticos relacionados con la somnolencia tienden a suceder en las autopistas de alta velocidad y casi siempre con el resultado de heridas graves e incluso la muerte. Según la Agencia para la Seguridad del Tráfico en las Autopistas, la falta de sueño es al menos la causante de 1,500 muertes en accidentes de tráfico cada año. Durante el sueño, los músculos que mantienen abiertos los conductos respiratorios de la nariz y la boca hacia la tráquea descansan. En aquellas personas que padecen la apnea del sueño, los conductos casi se cierran. La consecuencia de esto, es que la respiración se vuelve dificultosa y quizá se detenga cientos de veces cada noche. Los enfermos respiran a medida que el cerebro vaya recibiendo más señales en ese sentido lo que hará que fuerce a los músculos a reabrir los conductos respiratorios. Se calcula que más de 18 millones de estadounidenses sufren la apnea del sueño, la mayoría de los cuales desconocen estos episodios que interitentemente les privan de oxígeno y de un sueño profundo y reparador; están todavía sin diagnóstico ni tratamiento. Las personas que suelan roncar fuerte y atraviesen períodos de silencio que acaben con un bufido o con un grito ahogado deben consultar a su médico para que compruebe si padecen la apnea del sueño. Contribuye a la somnolencia, la apnea del sueño afecta a la concentración, a la memoria y a las facultades del aprendizaje. Los enfermos pueden volverse irritables o depresivos, padecer jaquecas matutinas o disfunciones sexuales y ataques de sueño en las situaciones más insospechadas. Los derrames cerebrales, arritmia cardíaca y los infartos son muy comunes entre los enfermos que padecen la apnea del sueño, de los que más de la mitad son hipertensos. De lo que se deduce que la falta de oxígeno durante la apnea también puede ser la causa de alguna clase de disfunciones nerviosas. Un 37% de los enfermos de apnea del sueño que no han sido tratados o lo han sido muy poco fallecerán dentro de los próximos ocho años. Es nueve veces el índice de mortalidad para el mismo período de tiempo en personas con una apnea leve o que no la padezcan. La obesidad es un factor que contribuye en casi dos tercios de los casos de apnea del sueño, y hasta una pérdida de peso del 10% puede ayudar a aliviar la apnea en casos relacionados con la obesidad. El alcohol, el tabaco y los somníferos aumentan las dificultades respiratorias en quienes padecen la apnea del sueño, por lo que recomendamos a esas personas que los eviten. Las tiritas para la respiración que se colocan en el tabique nasal por lo general no sirven de ayuda en enfermos con apnea del sueño porque los tejidos de la nariz y la garganta que causan la obstrucción respiratoria y los ronquidos no se verán afectados si simplemente se mantienen abiertos los orificios nasales. Sin embargo los dispositivos mecánicos que varían la posición de las camas acostumbran u obligan a los enfermos a dormir en la posición más favorable y pueden proporcionar alivio a los que tengan problemas sólo cuando duermen boca arriba. Los dispositivos bucales para la lengua y la mandíbula pueden también ayudar a algunos pacientes que padezcan la apnea del sueño en un grado muy leve. Aunque hasta en los casos de apnea leve, tales medidas correctoras pueden resultar insuficientes, en todo caso se necesitan otro tipo de esfuerzos. El tratamiento más fiable para la apnea es la presión respiratoria (PR). Este método utiliza aire oxigenado para mantener abiertas las vías respiratorias durante el sueño. Normalmente, el aire oxigenado pasa al enfermo a través de una mascarilla, a una velocidad constante, esta terapia recibe el nombre de Presión Respiratoria Continua (PRC). Aproximadamente el 30% de los enfermos no consiguen una mejoría apreciable con el tratamiento de la PRC porque es sumamente molesta para la nariz la mascarilla, y es muy incómodo exhalar el aire dentro de ella, además de que la mascarilla suele producir irritaciones en la piel, claustrofobia e irritación en la nariz, boca y ojos. Estos efectos secundarios se reducen y su eficacia aumenta cuando las mascarillas se adaptan correctamente y la máquina ha sido ajustada para enviar sólo la mínima presión necesaria para eliminar la apnea obstructiva. Hay varios tipos disponibles de equipamiento de PRC que regulan la presión según la clase específica de dificultad respiratoria o que la envían al máximo sólo cuando el enfermo está dormido. Algunos enfermos prefieren estos nuevos métodos. Recientemente se han publicado varias guías médicas que aconsejan el uso de la PRC para todos aquellos enfermos de la apnea del sueño que tengan 30 o más episodios de dificultad respiratoria por hora de sueño y para enfermos que tengan de 5 a 29 de tales episodios que también padezcan somnolencia durante el día, fatiga mental, insomnio o enfermedades cardiovasculares. Estas guías médicas, que también analizan métodos y criterios para la diagnosis de la apnea del sueño, fueron realizadas por el Dr. Daniel Loube del Centro Médico Militar Walter Reed, en colaboración con médicos e otras cinco grandes instituciones médicas. Las guías médicas se publicaron en el número de marzo de 1999 de la publicación especializada "Chest". Si la apnea del sueño no puede ser controlada adecuadamente a través de los método más corrientes, la cirugía puede ser considerada como una opción. La primera técnica quirúrgica que fue utilizada para la curación de la apnea del sueño fue llamada traqueotomía. En esta operación, se crea un agujero en la tráquea para sortear el colapso de las vías respiratorias. Aunque totalmente efectiva, la traqueotomía no es ampliamente usada debido a su naturaleza invasora y su negativo impacto psicológico. Sin embargo esta técnica continúa siendo una opción a considerar para enfermos con un largo historial de tratamientos contra la apnea del sueño o para aquellos que perdieron la esperanza de curarse. Otras técnicas quirúrgicas que permiten mejorar el sistema respiratorio o eliminar los tejidos obstructivos pueden ayudar a unos pocos enfermos de la apnea del sueño. Aunque la técnica quirúrgica que se ha empleado muy a menudo contra la apnea del sueño es la uvulopalatofarinogoplastia (UPFP), mediante la cual se reducen los ronquidos y la apnea del sueño a través de una eliminación quirúrgica de los tejidos que obstruyen las vías respiratorias. Inicialmente los niveles de éxito de la UPFP iban del 30 al 70%, aunque dichos resultados pueden que disminuyan con el paso del tiempo. Ultimamente, una técnica mediante láser (LAUP) y resonancias (somnoplastia) se han convertido en alternativas a la UPFP para la reducción de los ronquidos, aunque en la actualidald no se recomiendan para tratar casos medianos o severos de la apnea del sueño. Como la UPFP, estos métodos reducen el volumen de los tejidos, aunque a diferencia de ésta, pueden realizarse usando sólo anestesia local.
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