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Ofensiva rebelde obliga toque de queda 170 muertos

Bogotá
REUTERS)
Al menos 154 guerrilleros y 17 policías murieron ayer en Colombia en medio de en una ofensiva nacional de los rebeldes a 22 pueblos que obligó al gobierno a decretar un toque de toque en casi 30 por ciento del país, incluso en municipios de las afueras de Bogotá. El ejército reportó la muerte de 154 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en acciones de aviones y helicópteros contra vehículos en se replegaban los rebeldes. En su ofensiva, las FARC utilizaron misiles y tanquetas de fabricación casera. Al menos 17 policías también murieron en los enfrentamientos, que comenzaron 10 días antes del inicio de las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC, previsto para el 20 de julio. No hubo confirmación independiente del saldo de bajas informado por los militares. El ejército y la guerrilla acostumbran a minimizar sus bajas y aumentar las de sus enemigos en esta larga confrontación de más de tres décadas, en la que han muerto 35.000 civiles en los últimos 10 años. Los más recientes combates y ataques rebeldes se registraron en apartadas zonas rurales del país y no en las inmediaciones de Bogotá, como sucedió el jueves, cuando 40 militares y 38 rebeldes murieron en choques en una población cercana a la capital. Fuentes militares reconocieron la posibilidad de que las FARC, el grupo rebelde más antiguo y numeroso del continente, con unos 17.000 combatientes, intenten realizar ataques a capitales de departamentos e incluso a Bogotá, ciudad de siete millones de habitantes. Helicópteros artillados sobrevolaron Bogotá durante toda la noche del sábado en medio de intensas medidas de seguridad. El gobierno y las fuerzas militares declararon que no existen posibilidades de que las FARC lleguen al poder por la vía armada, y presumieron que sólo buscan fortalecer su posición de negociación. "No creo que los grupos armados tengan posibilidad de tomarse el poder en Colombia. Una cosa es tomarse el poder y otra distinta es hacer terrorismo", dijo el ministro de Defensa, Luirnando Ramírez. "La guerrilla no podrá tomar el poder sin respaldo político y esas organizaciones están hoy en día en su más bajo nivel de popularidad", agregó. Una encuesta del Centro Nacional de Consultoría publicada por el diario El Espectador reveló que un 70 por ciento de los colombianos califica a la guerrilla de "terroristas". El mismo sondeo estableció que el 61 por ciento de los colombianos cree que la guerrilla busca más objetivos económicos que políticos, mientras que un 89 por ciento opinó que los rebeldes solamente buscan beneficios particulares. El comandante de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, prometió que el ejército neutralizará la campaûa iniciada el sábado en la madrugada por las FARC. Tapias dijo que la ofensiva rebelde era una "fracaso", pese a que el gobierno impuso el toque de queda, una de las medidas más severas en los últimos años. La restricción a la movilización de personas y vehículos por vías terrestres y fluviales regirá indefinidamente entre las 6:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana en 10 de los 32 departamentos del país y 10 poblaciones cercanas a Bogotá. La mayoría de las áreas bajo toque de queda son zonas montañosas y selváticas, donde la guerrilla tiene alta influencia. Como las partes acordaron negociar en medio de la confrontación, la escalada de violencia guerrillera no alterará el inicio de las conversaciones de paz, previsto para el próximo 20 de julio. En los últimos tres años la guerrilla ha propinado fuertes derrotas a las fuerzas militares. Oficiales de Estados Unidos han admitido que los rebeldes controlan hasta el 50 por ciento del país y podrían llegar a tomar el poder en cinco años. La guerrilla cuenta con bases de apoyo en apartadas zonas rurales y en sectores pobres de las principales ciudades del país, incluyendo a Bogotá. Dirigentes de las FARC anunciaron a comienzos de este año que preparaban una "primera gran ofensiva" para llegar al poder por la vía armada, pero no precisaron cuándo la pondrían en marcha. El ministro de Defensa acusó a las FARC de estar utilizando la zona de 42.000 kilómetros cuadrados que controlan desde noviembre en el sudoeste del país para entrenar combatientes y lanzar ataques. Según el politólogo Alfredo Rangel, aunque se inicien las negociaciones de paz, lo más posible es que la guerrilla continúe su ofensiva para obtener concesiones militarmente. "Lo que buscan (los rebeldes) es realizar nuevos ataques militares, incrementar hasta el límite su pie de fuerza, armarse hasta los dientes y seguir empujando la mesa de negociación a punta de golpes militares", explicó Rangel. Además de la violencia, Colombia enfrenta la peor recesión económica en 50 años, después de tener la imagen de un país con unas tasas de crecimiento por encima del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto. Muchos inversionistas extranjeros consideraban hasta hace poco la guerra como costos de operación, pero recientes encuestas revelaron que grupos de inversionistas contemplan la posibilidad de salir de Colombia a consecuencia de la inestabilidad política generada por a violencia.
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