Sábado 11 de julio de 1998

 








 

 

FAMILIA
Alcohol y Tabaco, destructores de nuestra juventud

Dr. Joaquín Cázares

 

EL SEGUNDO ASESINO

¡El alcohol es muerte! Debemos decir esta cruda verdad a nuestros niños y jóvenes a fin de salvar a la siguiente generación.

El otro compañero de destrucción del alcohol es el cigarrillo, cuyos efectos son también mortales. Las estadísticas nos dicen que 1 de cada 5 jóvenes del 9o. al 12o. grados están mascando tabaco y el "tabaco mojado" es muy popular entre nuestros jóvenes. Algo debemos hacer para detener este mal, porque este hábito es como una bomba de tiempo. Los estudios muestran que el uso de tabaco mascado "aumenta el riesgo de contraer el cáncer más de 250 veces, en comparación con los que no lo usan en esa forma. Masticando tabaco 6 a 9 veces al día, se ingiere nicotina como si usted fumara 2 paquetes de cigarrillos al día". Los expertos afirman que si esta costumbre continúa por 2 ó 3 décadas, tendremos una gran epidemia de cáncer oral.

El 8 de febrero de 1993, la entonces Cirujano General de los Estados Unidos, Dra. Antonia C. Novello, dijo en el Centro de Prevención para el Abuso de Sustancias, en Washington, D. C., que un millón de jóvenes norteamericanos conienza a fumar cada año, 3.000 cada día. De estos 3.000, 30 serán asesinados, 60 perderán la vida en accidentes de tránsito y 750 morirán por enfermedades relacionadas con el tabaco.

Una encuesta sobre las actitudes y prácticas de los adolescentes encontró que de cada 4 adolescentes que fuman, 3 trataron de dejar de fumar (2,7 millones de adolescentes).

La encuesta también encontró que el 92 por ciento de los adolescentes fumadores esperaban dejar de fumar en el transcurso de un año, lo cual no sucedió, pues la nicotina esclaviza cruelmente a sus víctimas y no es fácil librarse de ella.

Lo triste es que cuanto más temprano la persona comienza a fumar, mayor es el riesgo de contraer cáncer del pulmón, enfermedades del corazón, enfermedades crónicas de los pulmones, y muchas otras enfermedades.

No cabe duda que el alcohol y el tabaco, en sus diferentes formas, dañan, destruyen y matan. Hemos de proteger a nuestros hijos contra estos dos enemigos.

EN BUSCA DE SOLUCIONES

¿Qué podemos hacer?

En primer lugar, hemos de darles un buen ejemplo a nuestros niños y jóvenes, y hemos de levantar nuestra voz contra estos terribles flagelos. Escribamos a nuestros legisladores y presionemos para que se promulguen leyes que impongan castigos severos a los choferes con aliento alcohólico; que se prohíba la venta de cigarrillos y de alcohol a menores de edad; que en todas las tiendas se pida identificación para vender estos productos; que los industriales pongan etiquetas correctas en cada producto que venden: que no sólo diga "puede producir cáncer", sino, "produce cáncer"; que se quite la frase "puede dañar al feto", y se ponga, "daña al feto".

Debemos presionar para que se prohíban los avisos falsos y obscenos de los medios masivos de comunicación que atraen a los jóvenes para que caigan en estos vicios.

 

 

 


 

BOLETIN COMUNITARIO
  • MIVI inverte más de un millón en viviendas.

Giras médicas en Juan Díaz y Pacora

Amas de casa culminan cursos

 

PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.