Mientras algunas escuelas permanecen cerradas otras reabren sus puertas al estudiantado. Este es el caso del centro educativo primario Severino Hernández, que después de tres meses de cerrado por problema de fibra de vidrio, inició clases nuevamente en su sede totalmente descontaminada.
La situación en este colegio fue tan grave por la presencia de fibra de vidrio, que el maestro Miguel Agrazal casi pierde la vista, ya que una partícula se le introdujo en el ojo.
Evelia Meneses, subdirectora de la escuela, explicó que para todo este tiempo diseñaron una programación especial, a fin de que cada grado recibiera la instrucción académica una o tres veces por semana en locales privados, residencias e iglesias del sector.
La subdirectora confirmó que la asistencia fue de un 85%, pero espera que para hoy se reintegren los otros alumnos que desconocían la apertura del plantel.
DATOS
Esta escuela, ubicada en Las 500 de San Miguelito, tiene una población estudiantil de 722; sin embargo, desde el 10 de abril, tuvo que cerrar para someterse a un proceso de descontaminación.