FAMILIA
La vida no acaba cuando me jubilo

Larissa De León Gutiérrez
Crítica en Línea
Para Eneida de Smith la alegría de haber cumplido con una meta, y con el propósito que uno se impuso lograr en la vida, "como lo es la profesión que se haya escogido", debe ser lo que reconforte a una persona a considerar que la vida no se acaba cuando se jubila. Situaciones importantes como cumplir con su trabajo provoca tristeza, al pensar que "ya no te vas a desenvolver en el lugar que para ti era como tu segundo hogar, o tal vez recordar los compañeros de trabajo, las amistades, que para ti perderás, es difícil, sobre todo cuando amas tu profesión, como lo es para mí el magisterio", resaltó la Profesora Smith. Según Smith, en está etapa final de la jubilación no acaba todo, ya que cuando vuelves a ver a personas, como padres de familia, estudiantes o colegas uno se da cuenta que ha sido estimado y valorado en su trabajo. Muchos si no consiguen un trabajo porque no lo desean, o porque se sienten cansados, o su edad no se lo permite, o tal vez su salud, buscan entretenimiento, nuevas amistades en las asociaciones, asisten a terapia de ocio, como las que realiza la Caja de seguro Social; en fin, realizan todo tipo de actividades recreativas para obtener charlas sobre salud, entretenimiento, manualidades, paseos, o grupos de bailes. El solo hecho de convivir con otras personas y darse cuenta que la vida continua es un aliciente, afirmó la profesora Eneida de Smith. Para la Sra. Inniss, una de las representantes del Hogar de Ancianos Belén, el maltrato invisible hacia los ancianos en Panamá es muy frecuente, al punto que muchos familiares abusan de la edad avanzada de estos para tenerlos y mantenerlos en el olvido; además, les quitan la plata, no les dan comida, y hasta les pegan e insultan. Los asilos, según destacó, son un lugar reconfortante para muchos ancianos ya que muchas veces se les ofrece más cariño que en sus propios hogares. La familia es la base fundamental de la sociedad, por ende es importante entender que los jubilados o ancianos como muchos le consideran, son parte útil de nuestra familia, no debemos ni tenemos porque olvidarlos, manifestó Inniss. Inniss también resaltó que en los asilos se practican bailes, ejercicios, cumpleaños, clases de pintura, terapia de música, paseos con los que se puede, entre otras actividades importantes para la recreación. En otra instancia, la enfermera Rosa Gutiérrez afirmó que la Caja de Seguro Social cuenta con diversos programas que ayudan a jubilados y ancianos de la tercera edad. Existen programas de cómo cuidar la salud, planificación y desarrollo de perspectivas. Antonia de Pinzón es una jubilada que se dedica a pasear, realizar terapias de hipertensión y diabetes, y asiste a Grupos de Oración en la Iglesia de Santa Ana. Para ella, lo más importante en la culminación de la etapa de jubilación es contar con el amor y el cariño de su familia. Cuando una persona se jubila todavía tiene mucho porque vivir. Es importante mantenerse activo para el fortalecimiento del espíritu, que es eterno.
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