La sonrisa es la clave. Un rostro sonriente sana enfermedades y regala amor a los demás. Una persona cortés obtiene más triunfos que una que no lo es, sin embargo, no se entiende por qué existen tantos ogros en puestos de trabajos claves.
No se entiende por qué hay un gruñón como cajero de un banco. No sabemos por qué una vieja huraña atiende en la farmacia del hospital público. No se explica por qué hay alguien que tiene que ofrecer servicios internos en una parte de la compañía y trate mal al personal que acude a él en búsqueda de soporte. ¿Usted sabe?
Las organizaciones privadas y públicas deben actuar con velocidad. Hay que aplicar correctivos de inmediatos para mejorar esta situación y las soluciones se pintan de dos formas: En primer lugar, capacitar al personal en atención al cliente y, en segundo lugar, despedirlo si no funciona después de la capacitación.
Los esquemas que se plantean en las estructuras de las organizaciones laborales son abiertos a aceptar cualquier persona que tenga deseos de trabajar con armonía. Esto se puede interpretar a decir que en las empresas quieren sonrisas, amabilidad y cortesía, sin caer en la "cepillería".
Un empleado sin estas condiciones es un candidato fijo al desempleo y al fracaso personal, pues si no puede interactuar con los demás no tendrán una visión clara de los objetivos de la organización donde labora.
Estimado amigo (a), por su bien nunca combine los problemas del hogar con su vida laboral. No es que sea fácil haber peleado en la casa con su pareja y llegar al trabajo con una sonrisa radiante. A nadie se le pide que sea inhumano, sólo administrar sus energías violentas para que no entorpezca su relación con los demás compañeros de trabajo.
Cada ser humano pasa por situaciones difíciles que afectan y que tienen solución. Por favor, sea más cortés con el personal.
