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Su despedida enloqueció a todos porque era el turno del más esperado de la noche, Tiziano Ferro. |
El Teatro Anayansi se quería venir abajo de los gritos desesperados por ver al ídolo italiano, pero como todo famoso tiene su telonero fue el momento de Alejandro Lagrotta.
El panameño cantó desde las 8: 28 p.m. temas como "Dame un beso helado", "Oasis" a dúo con una chica que se atrevió a subir al escenario, "La niña" y para despedirse "Está de más".
Su despedida enloqueció a todos porque era el turno del más esperado de la noche, Tiziano Ferro. A las 9: 05 p.m. las luces se apagaron por unos cuantos segundos y como magia empezó la banda a tocar y de la manera más sencilla apareció Tiziano en lo más alto del escenario.
Sus primeras canciones fueron "111", "Las cosas que no dices" y "Del baño al aeropuerto" para hacer un alto y conversar un poquito con sus fans que gritaban y aplaudían por la euforia de la emoción.
La interacción con el público fue algo que aprovechó el cantante para crear una mejor relación, mientras que las chicas con carteles y gritos le demostraban cuanto lo amaban.
Cantó "Tardes Negras", "Paola" y otra más en su idioma (italiano) para despedirse. Pero la frase "otra.. otra" Tiziano la cambió por "una más". Las luces se encendieron y su despedida fue bastante larga porque cantó tres más. Y, sin duda la canción más significativa de la despedida que puso a más de una a delirar fue "No me lo puedo explicar" para cerrar el concierto.
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