Las lenguas vivas como el español se mantiene en permanente evolución, pero el descubrimiento de América y el inicio de la conquista de nuestro Continente, coincide con el cierre del español antiguo, es decir Siglos XV y XVI. El sabio Fray Hernando de Talavera, persuadió a la reina Isabel de Católica para que se usara la Gramática de Antonio de Nebrija, escrita en el año 1492, al someter a los pueblos conquistados, porque en su visión éramos bárbaros y nuestra lengua no tenía valor.
Muchos podríamos escribir sobre esta historia, pero en este año conmemoramos cien años de vida republicana, enfoquemos en nuestros logros, el diccionario de la Lengua Española, presentó en su vigésima segunda edición 253, panameñismos, muchos sugeridos por la Academia Panameña de la Lengua, incorporándose los gentilicios d todas las provincias y sus respectivas cabeceras.
En el año 1926 se funda la Academia Panameña de la Lengua, su primer director fue Samuel Lewis de García de Paredes, le siguieron en el ejercicio de sus elevadas funciones, don Nicolás Victoria Jaén en 1939, don Ricardo J. Alfaro en 1950; don Baltazar Isaza Calderón en 1969; don Ernesto de la Guardia Navarro en 1973; don Ismael García S. en 1979, y la Dra. Elsie Alvarado de Ricord en 1991.
La Real Academia Española (RAE), limpia, fija y da esplendor a nuestras lenguas, en la última edición del diccionario, reunió 190,581 acepciones, de las que 28,715 son nuevas, incluyendo americanismos, distribuidos en 88,431 artículos, el diccionario es el símbolo de la lengua, entrega a los hispanohablantes la palabra justa, la palabra equilibrada y es desde el año 1870 en espejo del habla correcta del idioma español en todo el mundo.
Al escribir debemos ser claro, la prosa debe ser entendida por el hombre culto o común, nuestro lenguaje escrito es un proceso creativo en constante evolución, muchos investigadores sostienen que la sintaxis castellana no quedó definitivamente fija en Cervantes.
Ya se puede accesar por medio de Internet (http:/www.rae.es) al diccionario en su versión final. En pocas palabras no tenemos que esperar por diez años por la revisión de diccionario porque todas las Academias (21 asociadas a la española), pueden enviar palabras que se usan en los países hispanohablantes y que quedarían incorporadas al mismo, este avance en el ciberespacio acorta distancia pero no sustituye al hombre. |