El diálogo por la Educación terminó y llegó a un consenso sobre la temática de importantes cambios en el sistema educativo en espera que la Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa los reciba en sesiones extraordinarias para darles el curso correspondiente.
El país espera que se hagan las leyes que permitan modernizar la enseñanza, que permita prepararnos para esta época de alta tecnología y de profundos retos para el desarrollo.
Lo extraño es que los educadores no quieren que se trate este asunto en las sesiones extraordinarias que se convocarán en este mes por parte del Organo Legislativo.
Es más, si todos los sectores involucrados que estuvieron presentes, dieron sus opiniones y se llegaron a conclusiones, fue porque se consultó más.
Los gremios de profesores y maestros quieren las sesiones ordinarias pero qué diferencia puede haber, si son los mismos legisladores los que estarán en las extraordinarias. La preocupación de los docentes no se entiende, en especial, porque hay la voluntad política de buscar la ley que actualice el sistema vigente.
Debe haber corriente de opinión entre los padres de familia para que esto camine, se discuta pronto y se encuentren respuestas. Somos un país extraño, las cosas resultan bien pero ansiamos complicarlas. |