SIETE CARGOS
El depuesto presidente iraquí, Saddam Hussein, rechazó firmar el acta de acusación del Tribunal Especial Iraquí encargado de juzgarle en Bagdad.
Saddam ha sido acusado de "siete crímenes contra la Humanidad" por el gaseamiento de kurdos en Halabja (1988), el aplastamiento de la rebelión chií (1991), las fosas comunes (1991), la guerra contra Irán (1980-1988) y la invasión de Kuwait (1990).
El ex presidente, que gobernó Irak durante 24 años, se negó a reconocerse culpable de un crimen por la invasión de Kuwait en 1990. "Hice eso por el pueblo iraquí. ¿Cómo pueden defender a esos perros?", ha dicho, en referencia al pueblo kuwaití.
Al respecto, el ministro de Información de Kuwait, Mohammed Abulhassan, pidió que se sentenciara a Saddam Hussein con la horca, instrumento de la pena de muerte.
El Gobierno interino de Irak aprobó, tras recibir la custodia de Saddam y de los otros once altos cargos de su régimen, el restablecimiento de la pena de muerte, suspendida por el ex administrador civil de Irak, el estadounidense Paul Bremer, tras la caída del régimen de Saddam.
ESTRATEGIA JUDICIAL
Los 20 abogados de Saddam Hussein seguirán una línea de defensa próxima a la adoptada por Slobodan Milosevic en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Los letrados han calificado a la justicia iraquí de "ilegal".
También los abogados de Saddam han pedido la comparencencia de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EU, quien en los años Ochenta fue el contacto de Washington para suministrar armas de destrucción masiva a Hussein durante la guerra contra Irán.
Tranquilo, Saddam mostraba una actitud desafiante. Dio unos "buenos días" fríos a los asistentes y luego preguntó: "¿van a interrogarme hoy, sí o no?"...