Sabino Rivera Santamaría, de 42 años, murió trágicamente cuando ingresó al área de los polígonos de tiro en Colón, y pisó uno de los explosivos que todavía permanecen enterrados en el lugar. Su cuerpo fue encontrado con las muñecas mutiladas y con fracturas múltiples.
El señor salió temprano en la mañana del pasado martes en busca de alimentos para su familia, compuesta por nueve hijos. Se dirigió hacia el sector Batería 35, cercano al corregimiento de Escobal, donde al bajarse del autobús caminó 25 minutos hasta adentrarse en la vegetación.
José Rivera, hermano de la víctima, relató que éste no tenía trabajo y acostumbraba a buscar "alimentos en el monte". Dijo que llegada la noche se alertaron que el señor no había regresado a casa, y avisaron a las autoridades.
Los moradores de Escobal y Achiote aseguraron que en horas de la tarde escucharon una fuerte explosión.
Hace más de ocho años murieron en las mismas circunstancias Roberto Bellido Flores y Rodrigo Flores, tío y sobrino.