Las 150 familias que invadieran terrenos en el corregimiento de Lídice, distrito de Capira, esperan desde hace más de un mes que el Contralor de la República, Alvin Weeden, refrende el cheque para cancelar la compra de las tierras.
Briceida de Rodríguez, quien preside la directiva de la barriada 31 de Octubre, como se ha denominada el área invadida, dijo que los trabajos de mensura, medición y trazado de calles por parte del Ministerio de Vivienda (MIVI), al igual que Obras Públicas, se encuentran paralizados.
Las familias habitan el lugar en condiciones precarias, con pequeñas viviendas, plumas comunales, sin energía eléctrica y calles asfaltada.
Según Rodríguez, hace un mes que aguardan a que la Contraloría General devuelva al Municipio de Capira el cheque refrendado, sin lo cual resulta imposible que instituciones como el Ministerio de Vivienda (MIVI) puedan entregar a cada familia un área en donde vivir.
Añade que al carecer de luminarias los robos en las casas se han incrementado, además de estar sufriendo la economía del hogar por la continua alza en el precio del kerosene.