El pasado lunes, dos días antes de lo previsto y ante el miedo a brutales atentados terroristas, Paul Bremer, quien fuera jefe de la autoridad provisional estadounidense, invitó a un cerrado grupo de 30 personas y a Iyad Allawi, el premier iraquí, a una ceremonia breve.
Ayer 30 de junio debió ser el traspaso del poderes entre Estados Unidos y las autoridades civiles del gobierno interino de Irak.
Como era previsible, casi todos los medios informativos del mundo se prepararon para este evento.
Fue en ese momento del lunes cuando Washington dejó su responsabilidad sobre el destino de 24 millones de iraquíes y prácticamente cedió la soberanía a Bagdad.
SADDAM, EL HUMILLADO
También ayer, Estados Unidos se deshizo de Saddam Hussein y de 11 de sus lugartenientes, otrora miembros del partido Baas, a quien les puso derechos para oprimir al sufrido pueblo de Irak.
El ex dictador pierde así el status de prisionero de guerra y enfrenta un juicio que, a priori, plantea dudas desde el punto de vista del Derecho.
La entrega de Saddam, según analistas internacionales, fue la reacción del gobierno de George W. Bush para evitar que el dictador reciba un juicio justo, al mejor estilo de Slobodan Milosevic (quien fue jefe de Yugoslavia) en un tribunal internacional en La Haya.
Es casi seguro que Saddam será condenado a la pena de muerte por sus horribles crímenes en contra de los kurdos en 1988, cuando mató a cinco mil personas con ataques químicos; por asesinar a tres millones de iraquíes, medio millón de iraníes y destruir Kuwait en 1991 con la brutal invasión.
La horca será la justiciera, pero esta claro que en el mundo árabe, el ajusticiamiento de Saddam a manos de un gobierno leal a Washington solo dejará una estela de desconfianza.
PETROLEO Y SANGRE
Es la causa de la actual suerte de los iraquíes. Irak es el cuarto exportador de crudo del mundo, y brinda dos millones y medio de barriles de petróleo al día.
Igual, el crudo es la peor calamidad y la causa de grandes desgracias para este sufrido pueblo del Medio Oriente.
Todas las guerras de Irak comenzaron con la sed de ambición de dictadores y de potencias mundiales por controlar a Irak y sus recursos.
Cabe una pregunta: ¿Realmente se cedió el poder en Irak a un gobierno legítimo que preparará el camino a elecciones libres en el año 2005?
Muchos iraquíes se sienten engañados y temerosos el futuro. Es más, hasta detestan a los norteamericanos, a los cuales hace 14 meses felicitaron por la liberacion del país del régimen de Saddam Hussein. Así es la vida.
B 900 GRINGOS MUERTOS
Este es el costo de la guerra para George W. Bush y los Estados Unidos. Desde marzo de 2003, han fallecido 900 soldados estadounidenses.