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1993: en marzo aparece por última vez en público, en una condición de salud lamentable que incluso le dificultaba hablar.  |
Aquel 29 de junio de 1993, en Nueva York, terminaba la leyenda, ese día se cerró para siempre el Periódico de Ayer. Ese día Héctor Lavoe, el cantante de los cantantes desaparecía físicamente de este mundo, tras una vida llena de éxitos, excesos y tragedias.
Tal vez su alma había muerto antes, contó Tito Nieves en una entrevista en televisión. Murió cuando su hijo Héctor falleció de un disparo, aparentemente accidental, en 1987.
LAGRIMAS Y RISAS
Pero esa tragedia no fue la única -ni la última- en la vida Héctor Pérez, el puertorriqueño nacido en 1946, que partió a los Estados Unidos en 1963 con la ilusión de encontrar la fama, lo cual hizo con mucha rapidez.
Hace exactamente 10 años, Lavoe puso el punto final a la historia de uno de los capítulos más recordados de esa mezcla de ritmos que se llamó salsa.
La particular voz de Héctor, que muchos asocian con los legendarios Chuíto el de Bayamón y Daniel Santos, le abrió las puertas desde que llegó a la Gran Manzana.
Pero su popularidad empezó a tomar forma en 1966 cuando conoce al que sería su compañero de éxitos: Willie Colón, con quien graba el álbum El Malo un año después. Tras ese despegue, la exitosa pareja proseguiría grabando, a ritmo de al menos un LP por año.
De los cientos de canciones que hicieron sonar los jóvenes salseros, se puede recordar aquel Che Che Colé del disco La Cosa Nuestra de 1970; La Murga del acetato Asalto Navideño I que salió en 1971 ó Barrunto del disco La Gran Fuga del mismo año.
Fueron al menos 10 los discos que hicieron juntos, en un tiempo de alegría y desenfreno para Lavoe quien "mientras más crecía en lo artístico, más se hundía en su vida personal", como lo explicó el actor y cantante Domingo Quiñones.
El consumo de drogas y la vida desordenada de Lavoe fueron demasiado para Colón, quien en 1974 prefirió que cada uno siguiera su camino, aunque sin enemistarse.
EL SALTO
Es en 1975 cuando Lavoe lanza su primera producción con su propia orquesta. La Voz fue el nombre de un disco del que casi todas las piezas fueron éxitos, y de ello dan fe El Todopoderoso o Mi Gente.
El embriagante éxito terminaría de empujar al chico malo de la salsa hacia la juerga y la adicción, lo que a sus manejadores no parecía importarles mucho, mientras siguiera constituyendo un éxito garantizado de taquilla.
Y así lo sería, cuando un año después, en 1976, se presenta el disco De ti depende, del que saldría a rodar por el mundo latino aquel famoso Periódico de Ayer.
Luego el silencio. En 1977, Héctor Lavoe desaparece de escena dejando contratos sin cumplir.
Cuentan los biógrafos que fue un periodo de desintoxicación de aquel muchacho que, ya con 31 años, dejaba de serlo y cuyos momentos más duros estaban por venir. Pero él no lo sabía, y en 1978 vuelve a pisar escenarios para reclamar:
Me paran siempre en la calle/mucha gente que comenta/¡Oye Héctor ah! tu estas hecho/ siempre con hembras y en fiestas.
Y nadie pregunta /si sufro si lloro/si tengo una pena/que hiere muy hondo.
Como hecha a su medida, El Cantante pieza a la que pertenece ese texto, había sido compuesta por un muchacho panameño que alguna vez estuvo en sus coros; fue escrita por Rubén Blades.
TIEMPOS DIFICILES
En los 80, una época en que la salsa bajó un poco su apogeo, vendrían algunos discos más del rey de la puntualidad como decían entonces, irónicamente, a Lavoe.
Pero el principio del fin de una trágica vida empezó en 1987 Primero su apartamento en Nueva York se incendia y él y su esposa tienen que saltar para salvarse, eso sería apenas un aviso.
Pocas semanas después su suegra muere apuñaleada, y en mayo del mismo año llega el gran golpe cuando muere su hijo Héctor, que había nacido en 1969.
Aún así, sus manejadores logran que salga Héctor strikes back, el que sería casi su último disco.
En 1988 el estado emocional y físico de Lavoe va empeorando y se conoce la noticia -que aún algunos niegan o no mencionan- de que padecía sida.
Vuelve a su querido Puerto Rico para dar un concierto de regreso, el 28 de junio de ese año. Sorpresivamente, la presentación fue un fracaso y la depresión que ello le produce, aunado a una discusión que tuvo con su mujer, lo llevan a quitarse la vida, o más bien a intentarlo.
Héctor se lanzó desde el piso 9 del hotel, pero logra sobrevivir a la caída aunque queda con serios daños en su cuerpo.
Nunca sería el mismo y el público lo pudo ver por última vez en marzo de 1993, en un concierto al que muchos de sus amigos se opusieron, porque en realidad el cantante de los cantantes ya no podía serlo. Es más, no pudo cantar...
Allí se empezaría a leer la última página del Periódico de Ayer, que se cerró hoy hace 10 años cuando calló para siempre la peculiar e inolvidable voz del jíbaro de Puerto Rico, del cantante de los cantantes. |