El éxito o fracaso del candidato presidencial arnulfista se deberá a un fenómeno sociológico llamado "pasar" el liderazgo. En la vida política de las naciones hay pocos ejemplos reales del "caudillo", el líder. Es aquella persona que la gente sigue sin condiciones, no importa si está en el poder o en la oposición.
Panamá ha tenido muy pocos caudillos. En los primeros años de vida independiente este honor le correspondió al Dr. Belisario Porras.
Luego, en los cuarenta surge el Dr. Arnulfo Arias Madrid.
Torrijos (Omar) sociológicamente no puede considerarse un caudillo auténtico. Nunca estuvo en oposición para confirmar su influencia sobre las masas panameñas.
Tengo que confesar que en mis clases de Sociología en Chile me dijeron que el "liderazgo no se hereda ni se pasa".
Sin embargo, en Panamá parece que esta teoría se vino a pique con el caso de doña Mireya. Ella "heredó" realmente el caudillismo de su esposo Arnulfo.
Esto es así, porque doña Mireya nunca tuvo mayor trascendencia política mientras fue sencillamente "la esposa del doctor".
Años después de la muerte del caudillo, tal vez la masa de arnulfistas añoraban demostrar su condición de "seguidores de Arnulfo". Decidieron cubrir a su viuda con ese liderazgo.
Se explica así, ¿por qué algunos viejos arnulfistas me dijeron que apoyarían a doña Mireya? porque "fue la esposa del doctor", "porque atendió bien al Dr.", etc.
Claro que doña Mireya tuvo que poner algo de su parte para que se hiciera efectiva esa confianza en su persona.
Todo lo que hizo doña Mireya fue "fríamente calculado" para que el recuerdo, la presencia del viejo caudillo Arnulfo, lo sustentara.
Y eso le trajo buenos resultados en las votaciones de hace cuatro años y meses...
Algo parecido ha pasado con el oponente del arnulfismo, el hijo del "dictador con cariño".
También él ha tenido que buscar la influencia de su fallecido padre en el electorado. Claro que esto ha sido más difícil, debido a que Omar fue el dictador que más desaparecidos y muertos tuvo durante su dictadura.
Pero también hay gente que recuerda la "dirigencia" unipersonal y excéntrica algunas veces, del general. Y eso es un caudal político que sirve de base a Martín.
En realidad, Martín solito no tiene mayores méritos para aspirar a la Presidencia de Panamá. (Su paso como viceministro de Gobierno no es buena credencial... menos su vida profesional en Estados Unidos).
Aquí tenemos una coincidencia política curiosa: debido a la falta de méritos propios, tanto doña Mireya como Martín han echado mano al recuerdo de parientes hace años fallecidos.
Ahora la cuestión es, si doña Mireya podrá "pasar" un liderazgo al candidato José Miguel Alemán (conocido cariñosamente como "Diente Frío" o "Mafá", como me dijeron que le decían algunos en la escuela).
Sociológicamente "pasar" un liderazgo es difícil... pero hay que tener en cuenta que muchos panameños a la hora de votar no usan la razón para este importante acto.
(Vean que ya a Alemán pretenden "aparecerlo" físicamente al doctor Arias, con su boina negra, anteojos oscuros y su dentadura prominente...) |