En diciembre del año pasado, una pareja de homosexuales contrajo matrimonio en Colombia, lo que motivó un artículo en Crítica, del periodista Alfonso Zamora. Y en enero del presente, en Inglaterra contrajo matrimonio otra pareja de homosexuales, lo que también motivó muchos comentarios a través de los medios noticiosos del mundo, pues uno de los matrimoniados es una persona que ocupa un alto cargo público.
Desde los tiempos más antiguos de la humanidad, el homosexualismo ha sido duramente condenado por la mayoría de las personas. La santa Biblia, que recoge historias y leyendas del pueblo judío, nos relata en el Capítulo 19 del Génesis, cómo Dios lleno de ira destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra "con fuego y azufre", debido a la gran iniquidad que reinaba entonces en esas ciudades.
El clímax de los acontecimientos se dio cuando dos ángeles llegaron a Sodoma y una multitud de varones clamaban por acostarse con ellos. Por todo esto, a los homosexuales se les conoce también con el nombre de "sodomitas".
En la antigüedad, en el Imperio romano, la pederastia estaba a la luz pública, y al homosexualismo se le conocía como "amor griego". La palabra "lesviana" para referirse a la mujer homosexual, proviene del nombre de la isla griega de Lesvos.
Según el cronista de la Conquista, Pedro Mártir de Anglería, cuando Vasco Núñez de Balboa cruzó el Darién panameño en 1513 para descubrir el Mar del Sur, encontró la casa del cacique Torecha "llena de nefanda voluptuosidad". El hermano de Torecha fue encontrado con vestidos propios de mujer "y a otros muchos acicalados y... dispuestos a usos licenciosos". |