La Policía Federal brasileña liberó a 13 personas, entre ellas mujeres y menores de edad, que eran obligadas a trabajar en condiciones de esclavitud en una hacienda del interior de estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil, informa la agencia brasileña de noticias "Estado".
Esos trabajadores rurales eran obligados a talar árboles de una propiedad ubicada las cercanías de la ciudad de Anapú, un remoto municipio de la citada gobernación.
Fuentes policiales señalaron a "Estado" haber verificado que, además el dueño de la hacienda, Regivaldo Galvao, tampoco tenía autorización para llevar a cabo el corte de arboles.
Galvao fue detenido y deberá afrontar un juicio tras el cual podrá ser condenado a más de diez años de prisión por haber esclavizado a los labriegos, quienes eran vigilados por hombres armados, no recibían salarios, trabajaban más de diez horas diarias y ocupaban alojamientos inapropiados.
Los policías agregaron que el hacendado también será demandado por haber cometido un delito en contra el medio ambiente y será multado por la tala ilegal.