Fue en un lugar llamado Panamá y en el año 2004, se desarrolló la historia que permanece en mi pensamiento. Entré al ático de una biblioteca universal, allí encontré un manuscrito antiguo sobre una selección de fútbol que en sus primeras líneas decía: "Hubo una vez un entrenador colombiano, José Hernández, que intenta llevar a este país por el duro camino de un mundial (jugado por aquel entonces) en Alemania".
Decía este viejo manuscrito, polvoriento y raído que Panamá pasó sin apuros su primera fase, para este tiempo, ante una isla que hoy no se conoce, que se llamó alguna vez Santa Lucía.
Allí también se decía que el equipo tenía base de jugadores jóvenes y otros de experiencia, advertía que a Panamá le faltaba fichas claves en su defensa pues no había sustitutos principalmente para los laterales.
Seguía la historia mencionando a un jugador, Mario Méndez, quien por lesión era una baja sensible. Agregaba que en el caso de que faltara Luis Henríquez, le tocaría al técnico encontrar sustitutos para estas importantes posiciones de laterales. Se destacaba también la ausencia, bien referenciada por los medios, de un "Caballo de Hierro" y un arquero, Donaldo González.
Entre los problemas del técnico estaba que en la defensa central Baloy y "Chalate", no tenían sustitutos de gran experiencia pero él probaría con Carlos Rivera y Víctor Miranda, a los que les tocaba demostrar su dominio en esta posición. En el marco no había problemas, pues estaba Ricardo James y Donaldo.
En la media cancha se hablaba de un "Gavilán", de Blanco, "Puchito", también de un Samurai, y un tal Mitre, a los que les faltaba aprobar su asignatura de creación y contención.
Adelante, proseguía la historia, no había problemas, pues tenía hombres de experiencia como Julio y Jorge Dely Valdés, Ricardo Phillips, Tejada, Brown, que podían resolverle el trabajo más uno de nombre José Garcés, que se unió en el camino.
En ese momento la historia apuntaba hacia Estados Unidos, Jamaica y El Salvador y hacia un trabajo científico que debía realizar el director técnico conocido por muchos como, "Chechestein".
La época pintaba dura, pero a la vez era como un cuento de hadas sobre un país que soñaba ser cenicienta y poder estar en el baile... sin tener que salir antes de que se acabara.
"Trabajo, mucho trabajo, disciplina, fogueos, entrega, garra y corazón", se le pedía al equipo por algo que todavía, no entiendo, pero que en ese tiempo era muy popular, le decían la "Marea Roja".
Estaba muy emocionada leyendo estás páginas, pero cual fue mi triste sorpresa, que mientras consumía ávida la historia de esta aventura mundialista, descubría que la continuación estaba en otro tomo. Hoy centurias después quisiera saber ¿qué fue de ese equipo?, ¿si en verdad llegaron a ir al mundial de Alemania en el año 2006?
¿Si se pudo cumplir con el sueño de esa "Marea Roja"? La historia pudo haber tenido un final feliz o triste, no sé, sólo lo podrían saber los que pudieron vivirla... ¡cómo me hubiese gustado estar allí!