El rey Salomón fue dotado con la capacidad de emitir los mejores juicios y resolver cualquier conflicto entre dos partes.
Acá nuestro fútbol sufrió hace más de un año una pugna legal, por un objetivo: el control de la FEPAFUT.
Hoy la historia se repite, y me molesta que se repita, pues ya estamos en etapa de eliminatoria, ahora es para pensar en los rivales y la cita histórica que nos toca en los próximos meses.
No es hora de ver quién sabe más de leyes y quién hizo el recurso correcto, quién se comió una tilde, quién puso hacer sin "H", etc, etc, etc.
No soy relacionista público de Ariel Alvarado, ni me interesa serlo, no lo defiendo, pero sí creo necesario defender el fútbol y para bien de este último personaje, estoy totalmente en contra de que caigamos en líos de leyes. A esta altura del partido nos toca quedarnos con la actual federación.
Cambiar de federación, si es que esto pasa, sería un atraso para el trabajo de la selección en esta eliminatoria.
Pecaré por sólo pensar en el hoy, pero, es lo que nos debe interesar ¿Imagínense que nos suspenda la FIFA como le pasó a Guatemala hace poco?
Los chapines tuvieron tiempo de arreglar su lío y pudieron finalmente participar en la eliminatoria, nosotros no.
Sería un precio demasiado alto. Jamás perdonaría tanto atraso al fútbol, nuestro deporte no aguantaría una suspensión, sería catastrófico.
Cree usted lector que estas personas aupadas por un alto personaje público (me reservo el cargo) tengan buenas intenciones. Siempre he criticado a esta federación, pero no puedo cegarme ante la falsa ilusión de las leyes y la bondad.
Los que quieren entrar (el otro bando) no van a solucionar el fútbol nacional, no cuentan con mi apoyo ni lo contarán. "Mejor cuento conocido que otro por contar".
Sigamos trabajando y buscando las soluciones al deporte, pero no me vengan con leyes, pues ellas sólo se quedan en el papel. ¿Estaré equivocado? No creo, es mi opinión, lo demás que lo resuelva el rey Salomón... pero, ¿quién será?