FAMILIA
Problemas
de la Adolescencia

Tomado de China Libre
Si bien los
reformatorios ponen énfasis en el orden, la disciplina,
la cohesión social y el cultivo de buenos hábitos
en la vida, su función principal es ofrecer educación
básica en los niveles de secundaria básica y superior,
así como entrenamiento vocacional en campos como la mecánica
automotriz, tipografía y diseño gráfico.
Los reformatorios también ofrecen orientación individual
y colectiva.
"Nuestra meta es hacer que nuestros estudiantes no
deseen ni tampoco sean capaces de salir del reformatorio",
dice Cheng Mei-yu, directora de asuntos académicos del
Reformatorio de Taoyuan. "Espero que nuestros maestros sean
como sus hermanos y hermanas". Actualmente hay 550 alumnos
en el reformatorio de Taoyuan. Además, está encargado
del cuidado de veinte niños menores de doce años
que estaban anteriormente en el Hogar de Niños de Taoyuan,
que fue cerrado a principios de este año por falta de
maestros calificados.
Cerca del 80% de los estudiantes del Reformatorio de Taoyuan
están allí por latrocinio y abuso de drogas. Menos
del 6% han sido enviados por extorsión, y alrededor del
2,6% son pre-delincuentes. Según el director del centro,
Huang Jung-hui, la mayoría de los estudiantes tienen alguna
dificultad en ajustarse a las reglas al estilo militar que tiene
el reformatorio. "Muchos de nuestros jóvenes vienen
de familias separadas y no han tenido suficiente cuidado y amor",
indica. "Algunos han huido de casa por mucho tiempo y han
obtenido algunos malos hábitos".
La directora de asuntos académicos Cheng Mei-yu dice
que el estricto ambiente del centro, donde se regula fuertemente
el horario diario del estudiante, puede producir resultados rápidos.
"Un alumno que era drogadicto estaba excesivamente flaco,
ganó treinta kilogramos en un mes", indica Cheng.
A pesar de la rigidez militar, el centro hace énfasis
en el amor y la comprensión como principios directrices.
"La mayoría de nuestros alumnos han tenido poco éxito
en el hogar y en la escuela", dice Huang. "Ellos han
experimentado muchas frustraciones y fracasos y han perdido su
confianza. Aquí, aprovechamos todas las oportunidades
para alentarles". Una clase promedio en el Reformatorio
de Taoyuan tiene sesenta alumnos y cuatro maestros. Aunque los
maestros tienen un trabajo pesado, ellos tratan de sacar tiempo
para darle a sus alumnos más que una educación
académica. "También les enseñamos los
patrones morales correctos y les pedimos que hagan algunos exámenes
de conciencia", dice Huang.
Los jóvenes pueden ser detenidos en un reformatorio
hasta por tres años. Aquellos que se comportan bien pueden
calificar para ser puestos en libertad con anterioridad. Se permite
que los famliares más cercanos los visiten dos veces por
semana, y los estudiantes bien portados pueden retornar a casa
por tres días durante el Año Nuevo Lunar. Liu,
que está retornando a casa este mes, dice: "Mis padres
y mis hermanos han venido a verme cada fin de semana. Eso ha
sido un gran estímulo". Comparado con otros jóvenes
en el reformatorio, Liu es afortunado. "Algunos padres no
se preocupan mucho de sus hijos", dice Huang. "Tenemos
que tomar la iniciativa de llamar y solicitarles que hagan visitas".
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