El pueblo de "Chico Purio"

Alfonso Zamora
Crítica en Línea
Recientemente, como es del conocimiento general, se inauguró con toda la pompa folclórica santeña, el monumento a Francisco Ramírez, a quien apodaban "Chico Purio" nombre de su pueblo, perteneciente al distrito de Pedasí, provincia de Los Santos. Purio, es una población que apenas cumplirá los cien años y que se formó de habitantes del poblado de Pueblo Nuevo, un regimiento de Buenos aires, perteneciente al corregimiento de Purio, que buscaron la cercanía de la carretera principal que conduce de Las Tablas a Pedasí. Coincidieron en ese pueblo, gente de Santo Domingo de Las Tablas, entre los que podemos mencionar a los Ramírez, los Vergara y los Zambrano, siendo Francisco Zambrano, prácticamente, el dueño de la mayoría de las tierras. Podríamos decir que en Purio termina la llanura y comienza la tierra a ondularse, dando la impresión que sus casas están construidas sobre olas; este territorio tiene, eminentemente, una vocación ganadera. El purieño se dedicó primeramente a la pesca, combinando esta actividad con la agricultura de subsistencia, siendo el arroz, el maíz, el zapallo, la yuca y el ñame los cultivos principales. En sus casas mantienen huertas familiares, donde se cultivan plantas de plátano chino, guineo criollo, mango, mamón y la casi desaparecida fruta de pan. El morador de Purio comenzó con la cría de ganado de doble propósito con el objeto de poder darle leche a sus niños, lo que permitió concretar un cambio estructural en la forma de vida, cuando aparecieron las empresas agroindustriales regionales, que comenzaron a producir productos lácteos. Esto transformó a un pueblo que se dedicaba a la subsistencia en un lugar en que se incrementa la actividad comercial, en particular, el crecimiento de los hatos ganaderos. Los habitantes de este lugar combinan su cultura con las labores de pesca, agrícola y ganaderas lo que constituyen la base folclórica del panameño. En este entorno nace "Chico Purio" en 1903, en un pueblo que se pierde entre la imaginación, la fantasía y la leyenda, en donde, como cosa rara, el hombre ama el trabajo, la amistad, la sinceridad y donde el tema de la mujer está en la mente del hombre, sus amoríos, sus sufrimientos y en lo que ésta hace o deja de hacer. En Purio, la mujer cuida su hombre, lo viste bien, lo perfuma para que vaya bien presentado al baile y también le echa café en el bolsillo, para cuando se emborrache regrese a su casa y no caliente un lecho que no es el suyo n acaricie una hembra que no es la suya; es en ese mundo donde escribe Francisco Ramírez, "Chico quiere a Della", "Nunca me desprecies", "Separación", un hombre que siendo ebanista, carpintero, poeta y violinista, vivió encerrado en ese mundo, del cual siendo un hombre de profunda cultura en la música clásica dio vida a innumerables composiciones que son piezas fundamentales en la cultura musical de nuestro país. Chico es heredero de Santos Jorge, ya que fue alumno directo de Juan Gómez maestro musical de Pocrí de Los Santos, quien a su vez e alumno del primero, quien, a la sazón, escribió la música del Himno Nacional de Panamá, Gracias a esas enseñanzas, cuando llegó a los diez años a Las Tablas, sus maestros no le tuvieron que enseñar nada porque ya todo lo sabía. Este hombre, que consumió en la lectura la biografía y las composiciones de los grandes clásicos, jamás pudo ser percibido por su pueblo, que a modo de leyenda lo consideraron como un hombre que no sabía leer y escribir. Purio es un pueblo tradicional donde los carnavales todavía se celebran a la antigua porque sólo se permite el tambor y la caja y donde ser la cantalante de las tunas o murgas es la aspiración de todas las jóvenes del lugar. Es un pueblo extraño, porque existe la vergüenza, porque a pesar de su individualismo, los bautizos y los entierros llenan las iglesias, porque los hombres hablan con base en los refranes y cuando se emborrachan, lloran por la mujer que no pueden conquistar o por las deudas. Purio está lleno de hijos que malgastaron las herencias, de mujeres sacrificadas por el machismo, que esperaron la muerte del hombre para salir a bailar y donde la mujer "maluca" se mantiene en los mitos. En ese mismo poblado, se encuentran leyendas de exmiembros de las Fuerzas de Defensa. En cada familia ha habido un miembro que prestó servicios a esta institución. En Purio, sólo gana un partido, el Revolucionario Democrático, no por las luminarias ni el acueducto, sino porque persiste en la memoria de los lugareños que Omar Torrijos le regaló un violín a Chico Purio y 100 balboas a la viejita más pobre del pueblo. Es un pueblo que vigila sus luminarias y evalúa a los gobernantes por la cantidad que logran conseguir durante cada período, por eso le resienten al gobierno de Endara que le quitó 3 luminarias, pero recuerdan al Toro porque les repuso las tres y agregó otras tres. Los habitantes de este pueblo fantástico y bello se reúnen todas las semanas santas, en la playa Punta del Tigre, a donde la familia entera, llega para mantener la leyenda y la tradición del pueblo, cerrando las dos cantinas del pueblo, pero abriendo una en la playa. Si usted quiere conocer los valores perdidos de nuestra patria, en especial por la influencia de la creación del Canal de Panamá, vaya a Purio, a la tierra de este polifacético mússico y jamás la podrá olvida.
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