Cada día son más los niños y niñas que son diagnosticados con cáncer, pero luego de tratamientos como la quimioterapia, radioterapia, y el trasplante de médula ósea más del 70% superan con éxito esta enfermedad. Pero años después, justo cuando quieren hacer familia, un nuevo problema aqueja a estas personas, la infertilidad.
La infertilidad es uno de los efectos secundarios más relevantes, luego de recibir los tratamientos contra el cáncer.
En Panamá, una nueva esperanza está tocando las puertas de 100 niños y adolescentes, quienes serán beneficiados anualmente de los tratamientos para preservar su fertilidad y, de este modo, en la edad adulta una vez superada la enfermedad puedan procrear una familia.
El director médico de IVI Panamá, Roberto Epifanio, habló de este tema: "La infertilidad es uno de los efectos más frecuentes que producen estas terapias. Es decir que aproximadamente uno de cada tres niños tratados con leucemia, que es uno de los cánceres más diagnosticados en niños, sufrirá de infertilidad en su edad adulta. Sin embargo, previo a que estos niños sean sometidos a algún tratamiento se les pueden extraer y congelar los espermatozoides en los niños y la corteza ovárica en el caso de las niñas".
A pesar de que la infertilidad depende del tipo de tratamiento empleado, la localización del tumor y la dosis de radiación administrada, el riesgo de efectos en los testículos aumenta con la utilización de quimioterapia con agentes alcalinos, que es un tipo de fármaco altamente eficaz usado en el 70% de los tumores.
No obstante, algunos expertos señalan que la aparición de otros problemas asociados al tratamiento oncológico tales como la presencia de deficiencias hormonales que producen una pubertad precoz y de rápida progresión, disfunción gonadal (ovarios y testículos) y menopausia precoz, son factores que también impactan en la calidad de vida del niño y su salud reproductiva.
IMPACTO EN LOS NIÑOS Y NIÑAS
Según Epifanio, tanto los testículos como los ovarios son vulnerables a los tratamientos oncológicos; no obstante, se ha observado un mayor impacto en los varones. "De acuerdo con las estadísticas médicas, aproximadamente el 90% de los niños tratados antes de la pubertad sufren un gran daño que les reduce la posibilidad de formar espermatozoides", agregó.
Para evitar la esterilidad, actualmente se ofrece a las niñas la posibilidad de congelar la corteza ovárica o los espermatozoides a los pacientes mayores de 13 años. En el caso de los varones, esta última opción no es válida antes de la pubertad, ya que la espermatogénesis (proceso de producción de espermatozoides) todavía no está activa.
Ante esta situación que impacta directamente en las opciones de fertilidad de los niños varones con cáncer, se han presentado nuevas investigaciones que abren el camino para la utilización de las células madre presentes en los testículos prepuberales.