EDITORIAL
Olas de mosquitos invaden las afueras de la ciudad
En medio del júbilo
natural que provoca el cincuentenario de la Zona Libre de Colón,
que es un jalón de progreso del país, tenemos que rendirnos
ante la evidencia de que cada día se deterioran los servicios públicos
de salud.
Comunidades de las afueras de la ciudad han dado la voz de alarma porque
nubes de mosquitos han invadido sectores como Don Bosco, Los Robles, Villa
Catalina, Juan Díaz, Bello Horizonte, Pedregal, Campo Lindbergh,
Parque Lefevre, Carrasquilla y San Francisco, ya que la acumulación
de basura, la humedad y el desaseo son causa del desarrollo de estos molestosos
insectos que pueden traer una epidemia de dengue clásico y hemorrágico.
Antaño, el Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria
tenía programas de fumigación en las barriadas de las afueras
de la ciudad, los que inexplicablemente se han reducido o suspendido. Esta
situación se ha agravado a tal punto, que escuelas del área
se han visto obligadas a suspender clases porque es insoportable la proliferación
de mosquitos anófeles y culex que son portadores de enfermedades.
Una ciudad sana proyecta progreso. Y creemos que hacia allá se
deben dirigir los esfuerzos del Ministerio de Salud. Por eso rechazamos
la inercia de las autoridades respectivas y la indolencia de los ciudadanos
que no contribuyen al aseo. Las autoridades pertinentes se van tras el fatalismo
de que no hay equipo para trabajar y los ciudadanos de todos los estratos
sociales pretenden convertirnos en una ciudad de cochinos, ya que no dejan
de arrojar basura a los ríos y quebradas, lanzan agua sucia a las
calles, no separan la basura orgánica y voltean los contenedores
de basura.
Opinamos que hace falta buena voluntad para dirigir la Dirección
Metropolitana de Aseo. En tiempos del Ingeniero Nilson Espino al frente
de la DIMA se puso de manifiesto una armónica colaboración
entre la empresa privada y el Estado y fue porque este funcionario inyectó
mística a sus subordinados, por lo que dejaron de "perderse"
guantes, uniformes de trabajo y se protegieron las unidades rodantes.
El gobierno anterior y el actual tejieron un manto de misterio sobre
la privatización de la DIMA y nunca fueron bien aclarados los resultados
de las licitaciones. A todo esto, siguió el amontonamiento de la
basura en la periferia de la Capital y la comunidad citadina, padeciendo
de esta falta de responsabilidad, ya que los corregidores de policía
también han mostrado una gélida indiferencia por sancionar
a los infractores de la ley.
Es una lástima que al festejar hoy el cincuentenario de la fundación
de la Zona Libre de Colón opaque su brillo una ciudad sucia por el
desaseo y con nubes de mosquitos acosando a los ciudadanos. Nos estamos
ahogando en basura, pero el gobierno sigue pensando en política y
acariciando la quimera de una reelección, opción que rechaza
el pueblo porque los que gobiernan no entienden el mensaje de que una ciudad
limpia, es una ciudad sana.


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AYER GRAFICO |
Creada por don Enrique A. Jiménez, celebra hoy 50 años la
Zona Libre de Colón. |


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