Senador de E.U. critica a Panamá
por negociar de mala fe creación del Centro Antidrogas
Washington
Reuters
El conservador senador
republicano Jesse Helms criticó ayer a Panamá por negociar
de mala fe sobre la creación de un centro internacional antidrogas
que permitiría mantener una presencia militar estadounidense en el
istmo mas allá del año 2000.
En una audiencia del poderoso Comité de Relaciones Exteriores
que él preside, Helms afirmó que el gobierno panameño
había dado marcha atrás a un preacuerdo inicial, imponiendo
restricciones sobre el tamaño, la duración y la misión
de una presencia militar de Estados Unidos.
"Si el gobierno de Panamá está dispuesto a negociar
de buena fé, nuestras tropas deberían permanecer con una capacidad
multipropósito que beneficiaría a ambos países",
dijo Helms.
El gobierno del presidente Ernesto Pérez Balladares, a través
de su embajador en Washington, Eloy Alfaro, rechazó las declaraciones
de Helms, quien ha sido desde años un fuerte oponente de devolver
el canal a Panamá. "Panamá ha negociado de buena fé
y lo continúa haciendo.
Estamos comprometidos con la posibilidad de establecer un centro antidrogas
en Panamá, siempre que sea multinacional y con el propósito
exclusivo de encarar la lucha contra el narcotráfico", dijo
Alfaro a Reuters.
Panamá propuso la creación de un Centro Multilateral Antidrogas
(CMA) que operaría desde la actual base aérea Howard, que
Estados Unidos debe abandonar junto con el control del canal para el último
día del siglo, según los tratados Carter-Torrijos.
La idea de un centro internacional antidrogas contempla la idea de una
presencia de aproximadamente 3.000 efectivos militares estadounidenses.
Pero el gobierno panameño insiste en que la misión de las
tropas estadounidense se limite exclusivamente a la lucha contra el narcotráfico,
mientras que el Pentágono insiste en que tengan un carcter "multipropósito".
"Si se pretende que ese centro desarrolle otras actividades, Panamá
considera que eso desnaturalizaría su objetivo principal de luchar
contra el tráfico de drogas y, por lo tanto, no sería conveniente",
añadió el embajador Alfaro.
También existe una diferencia de opinión sobre cuántos
años se podrán quedar en Panamá las tropas de Estados
Unidos. Las negociaciones se han estancado y están al borde del colapso.
"Es mejor no firmar ningún acuerdo que firmar un mal acuerdo",
advirtió Helms. El senador por Carolina del Norte, quien fue uno
de los principales opositores de los tratados firmados en 1977 sobre la
devolución del canal a Panamá, pidió al gobierno del
presidente Bill Clinton que se asegure una presencia militar continuada
en el istmo.
Helms dijo que una mayoría de los panameños están
a favor de continuar la presencia estadounidense, así como la mayoría
de los usarios del canal de todo el mundo, ya que aseguraría la estabilidad
del istmo ante la eventualidad de problemas políticos en Panamá.
Alfaro dijo que Panamá está dispuesto a ser anfitrión
para el centro, y no hay inconveniente con una duración de la presencia
estadounidense de 12 años, que es el mínimo que exige el Pentágono.
Pero Panamá quiere un mecanismo de salida que permita reducir
ese plazo en caso de que se desvirtúe el objetivo del centro antidrogas
o se pierda la armonia.
"Panamá no quiere estar sujeto a un término que lo
esclavice, como fue el caso en el pasado", dijo Alfaro.


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