Quién pudiera imaginar que después de dejar en el camino hacia Alemania 2006, a la selección panameña, el equipo costarricense resultara ser tan débil en la cancha de juego.
Tres a cero señaló el marcador que vivieron los fanáticos de Costa Rica en la mañana de ayer, jueves, durante el encuentro que protagonizara frente a Ecuador. La derrota fue nuevamente señal de tristeza y angustia.
"A LLORAR SE HA DICHO".
Caras largas es lo que se veía, la euforia se apagó en Hippos Resturant, la pasión se esfumó y todo término en sufrimiento por la hinchada costarricense que recurrió al lugar.
¡QUE PENA!
Lo que parecía ser color de rosa al inicio del partido, lleno de esperanzas, terminó opacado por un inmensa nube negra en fracción de minutos, cuando se escucharan los goles contrarios. Las celebraciones no fue precisamente lo que presenciamos en Hippos, si no lágrimas.