Lamento que no me dejaron llegar ante la presencia de esta importante dama, con el más bello ramo de margaritas y con mi mejor botella de nances amorosamente recogidos en Capira. Condoleezza Rice, distinguió a Panamá con motivo de la XXXVIII Asamblea General de la OEA. La personalidad de la secretaria de Estado de Estados Unidos, me trasladó a los años sesenta y me hizo ver a la líder del Civil Rights Movement Rosa Park, sentada en el puesto delantero de los buses racistas de Georgia, donde ningún percudido podía sentarse sino era violentamente lanzado de cabeza al pavimento.
El trabajo de esta joven inteligente y hermosa es peligroso, sobre todo en estos tiempos marcados por fanatismos y radicalismos, en donde la diplomacia, la razón y la tolerancia poco significan. El mundo está peor que en los tiempos de las cruzadas y lo más triste es que en Occidente muchos desalientan a los que han tomado la batalla contra los cuchillos corvos, cambiados hoy día por feroces bombas que descuartizan cualquier tipo de vida en nombre de sus credos.
A Condoleezza Rice le digo que Panamá progresará aunque sobrevivan "comunistas" y unos cuantos negros sangrantes afanados en vernos arruinados como en Cuba. Cualquier agravio, discúlpenos, sólo informe a sus jefes caras pálidas, que la izquierda panameña genéticamente ha superado a los zancudos israelitas enquistándose como lapas en gobiernos, sindicatos y federaciones aspirando como drogos al "Chavismo". Dígales que con nuestro caduco sistema presidencialista jamás seremos el primer país de Centroamérica pues prevalecen instituciones fortísimas como: La coima, ineficiencia gubernamental, tráfico de influencias, narcotráfico y que el terrible niño del secuestro aún no se ha destetado.
Condoleezza vuelva a Panamá, que la llevaré a una cantadera en inglés, en donde al amor le decimos ¡love!, a la máquina ¡maker!, al besito ¡kiss! Buenos noches ¡good night! y al arroz le llamamos ¡Rice!