Cuando aprendemos defensa personal, estamos dando el primer paso al conocimiento y seguridad de nuestra vida.
Aprender esta técnica nos ayuda a confrontar agresores, afrontar situaciones difíciles y peligrosas que, en algún momento, nos pueden perjudicar física o moralmente.
La defensa personal nos ayuda a aumentar nuestra determinación, fuerza y decisión en un justo balance, para poder afrontar cualquier tipo de situación difícil, asegura Carmelina Morellos, quien tiene más de 20 años de estar practicando artes marciales (taekwondo), y especialista en defensa personal.
"Durante mis 20 años en la práctica de artes marciales, he podido aprender que la verdadera defensa personal, la cual considero empieza desde adentro, va a ser la imagen que tengamos de nosotras mismas. Nos da la seguridad de ser valoradas y respetadas, tener autocontrol para afrontar situaciones difíciles y la fortaleza para tomar decisiones precisas", comenta la experta.
La primera estrategia de la defensa personal es la prevención.
Hay que ser precavidas y estar atentas en los sitios que nos puedan parecer peligrosos. La aplicación de una buena técnica incluye precisión y determinación.
Conocer y atacar, automáticamente, las áreas vitales del agresor, garantiza la posibilidad de neutralizar al agresor con sólo dos golpes, permitiendo emprender la huida.
Si se trata de prevenir situaciones que nos comprometan, lo más indicado es realizar algunos cambios en nuestras conductas diarias, como cambiar la ruta periódicamente. No entrar a los cajeros automáticos que no tengan guardias de seguridad .
Evite las peleas o riñas. No asumir actitudes prepotentes ni desafiantes.
Dentro del curso, las damas van a aprender ciertas técnicas que le permitan defenderse. En primer lugar, practicarán ejercicios para acondicionar el cuerpo, luego para mejorar la flexibilidad y, por último, cultivarán las técnicas de patadas, rodilla y brazos y las áreas que se pueden atacar con cada uno.
Cómo liberarse de un agarre de mano, qué hacer si nos halan la cartera al hablar por teléfono, o al estar dentro del carro, o si es más de un agresor y cómo utilizar ciertos objetos del diario vivir para defendernos, son algunos de los ejercicios que perfeccionarán a lo largo de los 30 días que dura el curso.
Para Carmelina Morello, existen ciertas cosas que una mujer puede hacer para defenderse y otras que no.
LO QUE HAY QUE HACER
Pararnos con la cabeza y el cuerpo recto, en actitud de seguridad.
Prevenir: Saber dónde estamos y lo que pasa a nuestro alrededor.
Conservar la calma: Buscar vías de escape.
Golpear con decisión a puntos específicos. Neutralizar al agresor con 2 golpes.
Programar el celular con un número de emergencia (104). Llevar la cartera del lado interno de la acera y bien agarrada.
LO QUE DEBEMOS EVITAR
Evitar ser presa del pánico. Mostrarse insegura y temerosa.
Andar de noche sola por calles desiertas.
Quedarse sin gasolina, entre otras.
