Indianápolis, el circuito en el que este fin de semana se disputa el Gran Premio de los Estados Unidos, es el peor lugar para que el español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) pueda sacarse le espina que le dejó clavada el de Canadá, una carrera en la que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, le arrebató el liderato del Mundial de Fórmula Uno.
MUCHA PRESION...
Sin apenas descanso, entre una carrera y otra, Alonso llega a Indianápolis cargado de presión. El español, que fue séptimo en una carrera plagada de incidencias, perdió el primer puesto del campeonato, el mismo día en el que Hamilton estrenó su casillero de victorias en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Otros que quieren revancha en Indianápolis son precisamente Raikkonen y Massa, después de la carrera en Montreal.
El "Indianapolis Motor Speedway", con aforo para más de 250.000 espectadores, es un circuito en el que los coches llegan a estar veinte segundos a la máxima potencia, por lo que la velocidad punta, es primordial.
Los pilotos tendrán que completar un total de 73 vueltas y recorrer 306, 016 kilómetros.