Eduardo Rodríguez fue posesionado como nuevo presidente de Bolivia en reemplazo de Carlos Mesa, quien dimitió para superar una crisis que sumió al país en la convulsión social.
Rodríguez, quien hasta ahora era el titular de la Corte Suprema, sucedió institucionalmente a Mesa luego de que el jefe del Senado y de la cámara de diputados renunciaran a su derecho a la presidencia.
Según la Constitución, el nuevo mandatario está obligado a convocar elecciones adelantadas en un plazo de 150 días.
En su primera conferencia de prensa, Rodríguez, quien hasta el viernes se desempeñó como presidente de la Corte Suprema de Justicia, hizo un llamado por la paz, agregando que los bolivianos necesitan algún alivio luego de varios días de convulsión social.
Se conoció que el líder del Movimiento al Socialismo, el diputado indígena Evo Morales, quien apoya las protestas, está de acuerdo con una tregua hasta que el nuevo presidente forme su gabinete.
Entretanto, se informó que algunos indígenas empezaron a levantar los bloqueos en las carreteras y se suspendió el paro en el aeropuerto de la Paz.
El país está casi paralizado por unos 110 cortes de ruta que aislaron a cuatro de las principales ciudades bolivianas.
La designación de Rodríguez fue posible luego de que el jefe del Senado, Hormando Vaca Diez, abandonara su aspiración presidencial.
Fue la muerte de un minero que se oponía a una posible presidencia del senador Vaca Diez lo que hizo que éste desistiera de su aspiración de asumir la primera magistratura de Bolivia.
DESAFIO, INESTABILIDAD 2003
Desde octubre de 2003, Bolivia vive bajo inestabilidad social y política, debido a la renuncia de varios presidentes impopulares.