Es noticia mundial que allegados al gobierno, negociaron valiosas tierras en Chame y Bocas, en uno de los casos a menos de un centavo por metro cuadrado. La supuesta rapiña a la nación revela mutuo engaño entre charros, indígenas y bellacos.
Se desconoce si estos influyentes pandilleros, saben que acaparar tierras así, paraliza los intestinos con peligro de muerte. Gen Gis Khan en su momento, dueño de Asia y parte de Europa falleció estreñido envidiando las boñigas de su caballo porque él mismo, no podía deponer con tanto espacio en sus dominios. Papa Doc Duvalier, también murió trancado sin la dicha de poder defecar siendo dueño de un territorio dos veces más grande que Panamá.
Hace poco la teja le cayó al barbudo, que habiéndose cagado en la isla y todas sus especies por más de 40 años, feneció con sus intestinos destrozados y sin la acostumbrada incomodidad de evacuar espiado, como es norma entre comunistas y sus seguidores.
Estadísticas de la Organización de Estreñidos Americanos (OEA), por sus siglas en Inglés, destacan numerosos casos de pillajes en tierras americanas, pero a su vez, nos brindan un alivio al resaltar situaciones contrarias al robo de tierras en otras partes del mundo.
Por ejemplo: La madre Teresa de Calcuta, no fue dueña de un solo terrón en el planeta y sin embargo vivió con una enorme felicidad contagiosa, quizás porque en sus casi 100 años de vida, pudo hacer sus necesidades con una placidez casi celestial.
Ningún jefe de aduanas del orbe, puede decir que en el bolso de la Santa Madre, aparecieron frascos con té de ciruelas pasas o purgantes chinos.
De manera que a los influyentes acaparadores del gobierno, mejor que devuelvan las tierras, pues la ambición y el tráfico de influencias manifiesto a todas luces, les puede tapar desde el recto para arriba.