Desde el momento en que se toma el volante, muchos son los imprevistos que se pueden presentar, pero usted debe saber cómo manejar la situación. Una de las cosas que ocurre con mucha frecuencia es la cervicalgia, que se puede producir luego de un accidente o un simple frenazo.
El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) divulgó un informe en el que asegura que un 30,9% de los reclamos por problemas de salud realizados en 2008 a las aseguradoras por los conductores y acompañantes de los vehículos tienen como diagnóstico "cervicalgia".
Si bien médicamente se denomina cervicalgia a cualquier dolor en la zona cervical (cuello), en las compañías de seguro lo atribuyen a las lesiones producidas por el efecto de "latigazo" que se produce al conducir.
Se trata de un malestar que proviene de problemas mecánicos de articulaciones y músculos de las vías cervicales. Para los especialistas, las causas son malas posturas, traumatismos, estrés, tensión nerviosa, y esfuerzos, entre otras.
Lo fundamental es que este tipo de dolores se puede evitar. Claro está, para conseguirlo debe empezar a tener más cuidado durante el tiempo que esté conduciendo, sobre todo si se encuentra en carreteras donde el tráfico no es pesado, porque por lo general siempre se tiende a correr.
Ojo, esto le puede suceder a hombres y mujeres, pues todo depende del manejo.