"¡Ah! ¿Qué pasó?".
La sacudida y el fuerte estruendo aturdió los sentidos del conductor de un vehículo que terminó con toda la parte frontal destruida y un eje con rin y todo en medio de la carretera.
El accidente se registró en la madrugada de ayer, domingo.
En esa ocasión el conductor no fue rumbo a la eternidad, pero sí al hospital.
Manejar un automóvil requiere conciencia del conductor, puesto que abusar de la velocidad o la bebida ocasiona perjuicio a otras personas ajenas al desorden propio.
Las autoridades investigan ese reciente suceso.