Nadie sabe si estaba drogado o sencillamente loco. Lo cierto es que un hombre fuera de sí puso en ascuas a todos en el Hospital Manuel Amador Guerrero de Colón.
El hombre rompió una de las puertas de vidrio del hospital y con los pedazos se cortó el cuello y abdomen. Constantemente amenazaba con degollarse si se le acercaban.
La policía le disparó perdigones en las piernas y luego lo sometieron entre varios.